“Tenemos 5.000 colmenas, pero no teníamos una sala habilitada para extraer la miel. Con apoyo gubernamental, construimos instalaciones que garantizan calidad y cumplen con normas nacionales e internacionales”, expuso el gerente de la Cooperativa de Transformación, Industrialización, Consumo y Comercialización de Apicultores, Agricultores y Ganaderos del Comahue Ltda., Guillermo Grosvald. 

Con sede en el complejo agroindustrial, cuentan con una sala de extracción habilitada por Senasa y otros organismos, garantizando la calidad del producto.

“Nuestra miel no es tocada por humanos. Pasa por equipos de acero inoxidable y sale directamente envasada”, explicó Grosvald. La iniciativa, que comenzó en 2013, ha crecido significativamente: de 12 tambores en su primer año a 300 en la última temporada, cada uno con 300 kilos de miel.

Actualmente, la organización cuenta con 37 socios, muchos de ellos jóvenes que se sumaron a través de capacitaciones técnicas. “Invertimos en talleres de iniciación a la apicultura para formar nuevos socios. Los jóvenes son clave; han tomado el manejo de la organización, asegurando su continuidad y crecimiento”.

Entre sus proyectos, destacan el desarrollo de hidromiel, una bebida fermentada a base de miel, y la producción de miel cremosa. “Ya tenemos las máquinas y las etiquetas listas para lanzar estos productos”, finalizó el productor apícola.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en Radio Nacional Viedma (Viedma, Río Negro).

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