Desde la Cooperativa Agropecuaria, Semillera, de Comercialización y Consumo Villicum Ltda., Raúl Tapia brindó un panorama sobre la actualidad de la organización que enfrente grandes desafíos en 2024.

La Cooperativa comenzó su trayectoria con la producción de hortalizas frescas como lechuga, tomate y zapallo, destinadas tanto al consumo local como a la venta directa. Sin embargo, a medida que los precios de productos clave como la uva comenzaron a descender, la necesidad de diversificación se hizo evidente. Según Tapia, “la situación económica se volvió complicada, y era imprescindible buscar alternativas más rentables”.

Así fue como comenzaron a experimentar con cultivos como el tomate para salsa y otros productos derivados, mientras consolidaban su estructura Cooperativa y comenzaban a incluir otras áreas de producción, como la avicultura.

Con el tiempo, la Cooperativa decidió aventurarse en el cultivo de uvas, particularmente para la producción de vinos finos. Inicialmente, se enfocaron en variedades como el Cabernet, destinada exclusivamente a bodegas para la elaboración de vinos. Sin embargo, en los últimos años, comenzaron a explorar el cultivo de uvas de mesa, como la variedad Regal, con el objetivo de exportar este producto al mercado internacional.

El trabajador destacó que, aunque la Cooperativa no cuenta con una bodega propia, colabora con bodegas locales en Albardón, también de carácter cooperativo, para procesar sus productos. Esta red de colaboración les ha permitido mantenerse competitivos, aunque los costos de producción siguen siendo un desafío.

Una de las claves del éxito de la Cooperativa Villicum ha sido su capacidad para adaptarse: “Nosotros no podemos hacer todo solos, pero al trabajar en conjunto con otras Cooperativa s y con el apoyo de la federación, podemos lograr mucho más de lo que podríamos individualmente”, afirmó el productor.

Aunque los programas gubernamentales que apoyaban a las Cooperativa s han disminuido en los últimos años, Tapia y su equipo han encontrado nuevas formas de sostener la producción y seguir adelante. Han desarrollado una estrategia de venta directa de semillas a precios accesibles, lo que les permite seguir brindando un producto de calidad a la comunidad mientras se mantienen activos en el mercado.

“Estamos tomando la iniciativa de que cada Cooperativa sea una boca de venta de semillas, lo que nos permite ofrecer un producto a un costo mucho más económico”, explicó el cooperativista.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en el programa Bienestar y otras yerbas, en AgenHoy Radio (Florencio Varela, Buenos Aires).

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