La Cooperativa de Trabajo Reciclaje Bayauca Ltda. inició su camino en el año 2017, cuando Leonardo Pereyra, reconoció la necesidad de generar trabajo y oportunidades laborales, especialmente para mujeres y personas jóvenes.

Si bien, por las características de la localidad bonaerense de Bayauca, el tipo de empresa que prevalecen son las agrícolas o ganaderas, optaron por dedicarse al reciclaje: “Las primeras experiencias nos sirvieron para saber que no necesariamente tenemos que estar en una gran ciudad, sino que este emprendimiento puede ser llevado a cabo en localidades pequeñas”.

“Nos dedicamos a la gestión medioambiental, con la recolección puerta a puerta de los reciclables de la localidad. El sistema consiste en darle una bolsa reutilizable a los vecinos de la localidad, y por los campos, para recolectar silobolsas para evitar que se vuelen o se queman, y en el caso de tener bidones de agroquímicos o agrotóxicos, también los recuperamos”, contó.

El siguiente paso es el traslado de los materiales al centro de acopio, la clasificación manual, y el inicio del sistema productivo mediante el cual elaboran ladrillos de basura plástica. Con este material, pudieron construir un salón de pediatría en la Unidad Sanitaria, la primera obra civil que se realizó con residuos.

“Tenemos lista la línea para hacer baldosas, pero la idea es ponerla en funcionamiento para generar baldosas de alto tránsito. Siempre con el agregado de que no sean con materiales convencionales, queremos que sean de vidrio molido, plástico. Con materiales que son altamente contaminantes cuando no son bien gestionados, para poder traer un producto que sea útil a la comunidad”, indicó Pereyra.

Asimismo, continúan capacitándose en la Universidad Nacional de La Plata, en la gestión de residuos eléctricos y electrónicos, para sumar nuevas posibilidades a la empresa.

Actividad en marcha

A pesar de ser una Cooperativa joven, y con una pequeña comunidad en el pueblo, la buena gestión y el horizonte claro que marcó la empresa, los llevó a un rápido crecimiento.

Sus producciones se complementan con la venta de material y el alquiler de maquinarias y servicios: “Tenemos colaboración con otras empresas que fabrican madera plástica, y con la implementación de los raes aparecen nuevos clientes. Además, tenemos muy buena relación con la Municipalidad de Linconl, y convenior con empresas privadas”.

“Somos bastante ambiciosos. Siempre hemos querido subir la vara y la exigencia. Si bien ahora estamos atravesando una situación a nivel nacional critica, el cooperativismo suele adaptarse muy bien a las situaciones. El objetivo en el corto plazo es volvernos muchísimo más productivos, generar alianzas más sólidas, y, a partir de nuestro producto estrella que es el ladrillo a base de basura plástica, queremos construir casas, generar algún pequeño barrio en la localidad”, expresó el referente.

Su proyecto incluye concretar el permiso de propiedad de los galpones en los que se encuentra la sede de la Cooperativa, y de esa manera poder aumentar el espectro productivo.

“Sea una Cooperativa o un emprendimiento, uno piensa que formar un capital o hacer algo productivo es todo. Pero, una vez que uno conoce el estilo o la forma del cooperativismo, entiende que la identidad es el mayor valor que tiene la Cooperativa. Lograr una identidad. Que la Cooperativa se sienta identificada, o tenga el rumbo claro. Nosotros generamos una identidad muy fuerte con nuestro pueblo, y el sentimiento que une a los cooperativistas con su pueblo también lo es. Y en eso nos estamos apoyando hoy, para poder seguir trabajando”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por FM Tiempo (Rojas, Buenos Aires).

Para seguir leyendo de la Cooperativa de Trabajo Reciclaje Bayauca Ltda.