La Cooperativa de Provisión de Servicios de Acción Comunitaria Semilla Consciente Ltda. plantea un cambio de la lógica de interacción en la producción, “buscando una relación simbiótica con la naturaleza, no habría por qué destruir el espacio que habitamos, sino por el contrario, tendríamos la posibilidad de enriquecerlo a partir de un vínculo sustentable”.

Entrevistados por una radio cooperativa de Río Gallegos, los integrantes de la Cooperativa Semilla Consciente, Germán Riobo y Lucas Corbalan, refirieron que la labor comenzó durante la pandemia, cuando la zona se vio afectada desde lo económico: “Había cero ingreso de extranjeros. Tuvimos que pensar en otras alternativas y eso nos empujo a diseñar el proyecto. Nos pusimos en contacto con vecinos y profesionales, enseguida nos comunicamos con gente de INAES. Desde el estado provincial nos impulsaron a seguir adelante. Contactamos organismos a nivel local, y empezamos con algunas gestiones. Nos dimos cuenta que se podía avanzar sobre la problemática que sacudía al pueblo”.

Y ampliaron: “Acá es muy alto el uso de energía. Toda se produce con generadores diésel, sentimos que era algo que se podía abarcar desde la sociedad y no solo desde el Estado, pero por ahora fuimos rearmando el proyecto y nos quedamos con lo productivo”.

La idea de la Cooperativa es promover una forma de producir teniendo en cuenta el entorno, intentando usar la energía que esté disponible. Su proyecto fue declarado de interés municipal, “estamos alineados con la gente del concejo deliberando, con un proyecto socio-productivo para generar alimentos y energía sustentable mediante la modalidad de invernaderos de producción”.

Mediante un comodato, este proyecto ya cuenta con tierras asignadas en el margen norte del Lago Viedma, junto a la pista del futuro aeródromo público, a unos 35 km de El Chaltén. “Nos sorprendieron con agrado, hace poco conseguimos 5 hectáreas de tierra, a 5 años. Ahí tenemos para demostrar que podemos sacar productos primarios. Apuntamos a la materia legal y a ampliar la matriz laboral, para que no todo el mundo tenga que trabajar del Estado o 6 meses del turismo”.

La economía de El Chaltén está concentrada directa o indirectamente en el turismo, sobre todo internacional. Cada año, la temporada turística empieza en septiembre y termina en mayo, generando grandes ingresos. “Si bien, a primera vista, el poder adquisitivo de la población puede ser considerado bueno, de mayo a septiembre la mayor parte vive con lo que logró ahorrar en la temporada alta”.

De igual modo, afirman que aún con una economía pujante, el pueblo sufre 3 problemáticas que afectan sustancialmente su calidad de vida: “El impacto económico y ambiental del uso de un sistema obsoleto para producción de energía eléctrica, la escasa diversificación de la matriz laboral y la dificultad de acceso a alimentos frescos”.

Durante la pandemia se vio que gran parte de las frutas y verduras que llegaban a la localidad, debido a las distancias que deben recorrer, terminan siendo de mala calidad. “Esto se debe a que en algunos casos se encuentran en mal estado, son costosas, y no son suficientes para una alimentación equilibrada de la población. Las frutas y verduras provenientes del norte de la barrera sanitaria de Río Colorado reciben un tratamiento químico, para evitar la propagación de plagas o enfermedades de las cuales la región patagónica está libre, que impacta en la calidad y en los costos”.

Afirman que en temporada alta hay disparo en los niveles de consumo, generando un uso desequilibrado, por ese motivo los mercados quedan desiertos. En referencia a lo descrito, “encontramos esa temática para trabajarla, y buscamos ampliar la matriz productiva de la localidad”.

Proyecciones y objetivos

“A futuro, soñamos con exportar, y darle de comer al pueblo. Ser matriz laboral, llevarla a la región seria un sueño. Hicimos un acuerdo con la Universidad Nacional de Tres de Febrero, también estamos trabajando con la Comisión Nacional de Energía Atómica. Recopilamos y generamos datos necesarios para ver de qué manera usar el entorno en pos de tener una producción que no choque con el ambiente. Ocupar los espacios, pensando en hojas verdes”.

Hoy día, “tenemos un campo de acción más amplio, antes era un sueño, ahora lo ampliamos en tierras. Ya generamos la gestión y ahora estamos con manos a la obra. Tenemos presentados varios proyectos. Estamos en negociaciones abiertas para conseguir una primera estructura. Para hacer el abordaje de la planificación que tenemos necesitamos tener un lugar para sentarnos a desplegar el trabajo. Y disponemos de negociaciones con el Estado provincial para abordar el tema de la energía con ellos”.

En términos de sustento, cerraron diciendo: “Debemos empezar a captar donaciones, se nos viene mucho trabajo, necesitamos seguir articulando entre todos los sectores de la sociedad y el Estado para que esto sea posible”.

En busca de un desarrollo que tome en cuenta el bienestar y las necesidades de las generaciones presentes: “Buscamos un crecimiento que respete el medio ambiente, que no sacrifique los derechos de las generaciones que vendrán. A nivel mundial, la pandemia dejó ver de manera más aguda y dramática, la fragilidad de los ecosistemas, que se encuentra agravada por las actividades de las poblaciones y su relación irresponsable con el entorno”.

Fuente: Elaboración propia a partir de la entrevista realizada en la Radio Nuevo Día 100.9, de Río Gallegos.