La Cooperativa de Trabajo La Nirva-Grandote Limitada comenzó a elaborar galletas con mayor poder nutritivo, y menor costo, a partir del reciclado de malta y cebada que utilizan las cervecerías artesanales.

El cambio fue fruto del trabajo conjunto de La Nirva y la Cooperativa de Trabajo Perlecop Limitada, unidas por las Mesas del Asociativismo del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), y el departamento de nutrición del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

Hasta ahora, Perlecop, cooperativa de cerveceros artesanales y profesionales, entregaba los desperdicios de su producción -malta y cebada resultado de la primera cocción- a familias productoras de cerdos, como alimento para los animales. Sin embargo, el presidente de la cooperativa y socio de la cervecería DUNN, Julián Varga, tras consultar en otros países el destino del bagazo, encontró la opción de secado, molienda y elaboración de galletas.

Un objetivo en común

Una vez obtenida la fórmula y hechas las pruebas, a través de las Mesas del Asociativismo del INAES se puso en contacto con la Cooperativa La Nirva para continuar el proyecto. El INTI los asesoró en el aspecto nutricional. El producto a partir de la harina de cebada y malta de bagazo, no solo abarata los costos, sino que tiene un valor nutricional quince veces superior en fibra, el doble de proteínas, mayor cantidad de vitaminas y una gran reducción en su nivel de gluten en comparación a la harina cruda.

La Nirva ya está trabajando para utilizar la masa en las tapas de sus alfajores y en la base de los conitos de dulce de leche y, junto a Perlecop harán una línea de galletitas nutritivas y económicas. Con bagazo seco y sin moler también desarrollarán unas barritas nutricionales. Los alfajores de chocolate rotos que no se pueden comercializar, Perlecop lo transforma para cervezas. La cervecería artesanal DUNN sacó recientemente una línea de la variedad Stout denominada La Yunta-Grandote.

Acerca de esta primera producción en La Nirva, el presidente de Perlecop, Julián Varga, dijo: “Fue una jornada excelente, donde nos sentimos muy gratificados de poder mostrar nuestro trabajo y a la vez de estar acompañados en este proyecto que venimos desarrollando desde hace tiempo. Explicar el proceso de transformación de lo que era un residuo a en alimento y poder probarlo en el momento fue excelente. Nosotros quedamos muy contentos de que nos brinden su apoyo desde el INAES y nos guíen para los pasos siguientes de la cooperativa. Fue un día exitoso y desde Perlecop estamos muy agradecidos.”

Fruto del trabajo y la unidad

Los trabajadores de la cooperativa La Nirva, luego de dar una gran lucha para que no los desalojen de la planta tras haber sido abandonados por los propietarios, recuperaron la producción y en la actualidad alcanzan los 30 mil alfajores mensuales que estiman es poco menos del 30 por ciento de la capacidad. Hoy son cincuenta asociados y asociadas, que esperan seguir creciendo para incorporar más personas.

El secretario de la Cooperativa, Walter Santillán, comentó: “Estamos muy agradecidos, muy contentos y muy satisfechos. La venimos remando desde hace dos años en medio de una crisis por la pandemia y, con la unión y la fuerza de cada compañero, estamos levantando con toda la voluntad de seguir creciendo. Los 50 compañeros de la cooperativa estamos convencidos que sacaremos adelante a La Nirva Grandote, por eso agradecemos el apoyo de todos porque nos motiva a seguir trabajando.”

Fuente: Argentina.gob.ar