En el departamento de Lavalle, muchas personas dedican su vida a trabajar la tierra y cosechar uvas para que luego se promueva la calidad de los vinos con los que la provincia es reconocida internacionalmente.

Sin embargo, los obstáculos que atraviesan las y los productores son muchos y hacen que la rentabilidad no sea sustentable. En este sentido, Hugo Ortega, productor de Lavalle, contó: “Nosotros desde el año 2000 venimos siendo marginados, en el sentido que un litro de gasoil salía 9,90. En el año 2010 salía 9,80 y hoy día sale 110, 117 un litro de gasoil. Es la materia prima que usamos en nuestras maquinarias para poder trabajar. También los insumos que necesitamos para trabajar, como fertilizante, abono, todo está a precio de dólar”.

Otro de los conflictos que deben afrontar, está vinculado con el precio de la uva. Este inconveniente, tal como reflexionó Ortega, está relacionado con todos los aumentos de precio: “Desde el año 2000 hasta la fecha hemos tenido un incremento en los costos de casi un 1200 por ciento. Y nosotros seguimos estando en el mismo lugar, nos han aumentado un 20% en veinte años. Un kilo de uva en una verdulería sale 380 pesos y a nosotros nos quieren pagar 350 pesos un quintal, que son 100 kilos de uva, es decir, nos quedan 3,50 pesos el kilo de uva”.

Demandas que no se resuelven

En cuanto a los conflictos que se desarrollaron el año pasado, Ortega señaló que no hubo acuerdos que realmente beneficien al trabajador o trabajadora: “Para llegar a febrero, marzo cuando comienzan las cosechas, ya tendríamos que tener designado el precio de la uva, qué nos van a pagar, qué nos van a dar. Nosotros sacamos la uva porque no queda otra que hacer la cosecha y llevarla al bodeguero sin saber qué nos van a pagar. Una vez que está dentro de la bodega, nos salen con los precios que son un atropello”.

El precio de la uva es una problemática que hoy ocupa a toda la zona de cuyo. Para Hugo Ortega, el estado debería asumir un mayor compromiso para beneficiar a las y los productores: “Ellos juegan con el trabajo de uno y esto no hay nadie que lo regule. El gobierno tendría que tomar responsabilidades serias de poner un precio parejo a la uva, que cada variedad de uva tenga su precio entonces la gente sabe a quién llevárselo y al precio que lo van a pagar. Tenemos que pagar impuesto al tacho, pagar a precio de dólar, tenemos que gastarnos 8 quintales para comprar un herbicida”.

Por último, Ortega señaló un obstáculo que afecta su actividad: “El productor está olvidado y cada vez peor. Tenemos problemas con el agua, pagamos todo el año a Irrigación y este año tuvimos casi 5 meses y medio sin regar. La planta, cuando más requiere agua, es en invierno y no tuvimos ni un riego en cinco meses. Y el agua se paga al año. Es trágico lo que estamos atravesando los productores. Hay gente que trabaja y vive de la vid, y más en nuestra zona”.

Fuente: Radio Tierra Campesina.