“Nuestra Cooperativa es una Cooperativa de trabajo cuya actividad principal es la asistencia y cuidados a domicilios, en sanatorios, clínicas y hospitales. El nombre, Cuidacoop, no es casual porque son cuidados y cooperación. Nuestros inicios se remontan allá por el 2015 aproximadamente, después de un curso de auxiliar en cuidados gerontológicos, y de ahí surge nuestra necesidad de organizarnos. La gran mayoría de los cursantes venían desarrollando esta actividad del cuidado de manera informal, y este curso de alguna manera vino a darnos esa capacitación teórico-práctica que necesitábamos para, de alguna manera, organizarnos teniendo en cuenta un montón de cuestiones. No estaba definida la actividad”, indicó la presidenta de la Cooperativa de Trabajo Cuidacoop Ltda., Hilda Amarillo. 

El “click” que permitió poner en marcha Cuidacoop fue escuchar el estado actual de las trabajadoras del cuidado de personas: “Las historias de las compañeras, los testimonios que daban cuando contaban en qué condiciones trabajaban, esas cosas despertaron en nosotros esa necesidad de decir que estas cosas no podían seguir así. No puede una compañera estar desde las seis de la mañana hasta las once de la noche trabajando y a veces no se contemplaba las necesidades que una persona tiene como comer, descansar, darse un baño. El disparador comienza ahí en ese curso, teniendo en cuenta estas historias de uso y abuso de la actividad que, al no estar definida, se hacía de todo y los horarios los ponía la familia. Era imperiosa la necesidad de hacer algo para cambiar la situación”.

Las asociadas y asociados obtuvieron los certificados correspondientes para ofrecer sus servicios a personas más allá del adulto mayor: “Participamos de otro curso que dio la Universidad de Formosa y el Ministerio de la Comunidad que era exclusivo en técnico en arte de cuidar niños. De ahí se suma más gente a nuestra Cooperativa y por eso ofrecemos el servicio a la primera infancia, a la discapacidad y a los adultos mayores. Es decir, toda persona que requiera de los cuidados”.

A la fuerza de trabajo, le suman la capacidad intelectual y la formación de sus trabajadores: “Nosotros ya partimos con un equipo multidisciplinario de profesionales. En su momento, iniciamos con 50 asociados y asociadas fundadores. Entre esos, una licenciada en psicología, un licenciado en bromatología, una trabajadora social, un licenciado en enfermería, entre otros. Uno piensa que, si la organización cooperativa va a respaldar el trabajo, también tiene que pensar en tener profesionales. Había mucha gente que necesitaba hacer terapia, contar sus historias y que el profesional los pueda ir acompañando en este tránsito y en la tarea que ejerce”.

“Hay varios tipos de familias: Hay familias que son sobreprotectoras, otras que compiten con el cuidador y necesitan de la intervención de un profesional. No se trata solamente de resolver una situación económica, una problemática que al principio la mayoría se organiza para eso, sino también el desarrollo personal está contemplado. Están en nosotros esos principios y valores que hacen que una persona vaya creciendo en varios aspectos”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por Radio Ciudad Bolívar (Bolívar, Buenos Aires).

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