La Cooperativa de Comercialización y Consumo para Pescadores Malloneros de Corrientes Ltda., de la ciudad de Corrientes, tiene como labor principal el almacenamiento y comercialización del pescado capturado por los pescadores asociados.

“Nosotros somos un punto de venta de los malloneros”, explica el presidente de la Cooperativa, Felipe Martínez, refiriéndose a los pescadores que utilizan mallas artesanales para su labor. Estos pescadores llevan su producto a la Cooperativa, donde se almacena hasta que se pueda vender al mejor precio posible. Este sistema permite a los pescadores obtener un mejor retorno por su esfuerzo, especialmente en un contexto económico difícil.

En un año marcado por la inflación y la inestabilidad económica, la cooperativa sigue siendo un apoyo vital para los pescadores del río Paraná. Con 37 socios activos, la Cooperativa juega un papel vital en la comunidad. “Los socios no solo encuentran un medio para vender su producto, sino también un respaldo en tiempos difíciles”. Manifiestan que además, sirven como una plataforma para la capacitación y el intercambio de conocimientos entre los pescadores, fortaleciendo así la cohesión y el desarrollo comunitario.

Esta Cooperativa no solo ha logrado perdurar a través de las décadas, sino que se ha convertido en una institución clave para los pescadores locales, que encuentra un apoyo en ella, en estas épocas de crisis: “También le brindamos servicios a la gente que no está asociada, aunque no cuenten con los permisos pertinentes para comercializar, lo traen a nuestra Cooperativa y nosotros lo vendemos tranquilamente”. Esta inclusión permite a un mayor número de pescadores acceder a mercados que de otro modo estarían fuera de su alcance.

Enfrentando la crisis

Como muchas otras organizaciones en Argentina, la Cooperativa de pescadores de Corrientes ha sentido los embates de la crisis económica. “Los impuestos han subido y el precio de la nafta es muy caro para todos, lo que encarece mucho el producto”, dice Martínez. Este aumento en los costos de operación ha llevado a una disminución en la cantidad de pescado que se puede vender. “Donde antes se vendían miles de kilos al mes, ahora apenas se alcanzan los 600 kilos”, describió.

A pesar de estos desafíos, la entidad se mantiene firme en su compromiso de apoyar a los pescadores. “La verdad que fue difícil para todos acá en Corrientes, el tema de los impuestos subieron. Como en todos lados, creo que se fueron disparados por el tema del precio de la nafta, es muy caro para todo entonces por ahí se encarece todo. Por ahí cuesta que el cliente de afuera venga a comprar un poco de pescado como generalmente se hacía antes que se llevaba hasta cuatro o cinco mil kilos en el mes”.

El factor climático y la importancia del agua

El cambio climático y las variaciones en el caudal del río Paraná son factores críticos que afectan directamente la operación de la Cooperativa. “El nivel del agua es fundamental para nuestra actividad. Si baja demasiado, es imposible trabajar con las redes, y si crece demasiado, es peligroso para los pescadores”, explica Martínez. Los factores externos pueden limitar severamente la pesca, afectando la cantidad de producto disponible para la venta y, por ende, los ingresos de los pescadores.

Martínez también menciona que “el río está actualmente en un estancamiento razonable, lo cual nos permite seguir trabajando, pero siempre estamos atentos a los cambios climáticos que pueden afectar nuestra labor”.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por Radio Nacional Viedma (Viedma, Río Negro).