La Cooperativa de Trabajo Caminando Caminando Limitada, de Santa Rosa, generó un proyecto de producción y manufactura con mimbre y otras especies de árboles, regados con aguas residuales.

El uso de aguas residuales en la agricultura tiene como beneficio que puede aumentar el ingreso de materia orgánica y nutrientes a los suelos cultivados, lo cual contribuye a mantener e incrementar su fertilidad.

La presidenta de la Cooperativa, Fabiana Albornoz, contó los detalles del proyecto y su funcionamiento, y destacó la Ley Provincial del aprovechamiento de las aguas residuales: “Las aguas que llegan al bajo Giuliani, no están tratadas como corresponden. Por ende, buscamos algo que necesite mucha agua. Gracias a las raíces de la planta se forma un filtro y, si bien no hacemos un gran cambio, algo hacemos”.

“Lo que hacemos es sacar parte, porque no usamos toda el agua residual, por medios de cuenco, va a la plantación. Y, cuando vemos que todo está bien pegado, bien mojado, para que las plantas puedan crecer, cerramos los cuencos. La tierra chupa el agua necesaria, y lo que sobra se va al bajo Giuliani, un poco más limpia”, explicó.

Historia de crecimiento

Los primeros pasos de la empresa social fueron en 2012, cuando se aprobó por unanimidad en la Cámara de Diputados la Ley Provincial de aprovechamiento de aguas residuales.

“De ahí ni se hizo más nada. En 2017 hubo una inundación grande, llovió mucho, y pensamos qué se podía hacer. Hasta ahí éramos un grupo de personas común y corriente, sin nada pensado. Entre nosotros había una persona que sabía lo del cultivo de mimbre, porque estaba criado en Córdoba, que propuso traer mimbre, que nunca hubo porque no tenemos ríos”, contó Albornoz.

Desde ese momento, comenzó una etapa experimental. Si bien el primer intento no dio frutos positivos, el grupo continuó probando hasta que lograron generar una cosecha que se sostuvo en el tiempo.

En 2021 realizaron los trámites con el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), y recibieron su matrícula de cooperativa. Actualmente, la empresa está formada por diez personas, y genera mimbre, fresnos, sauces, álamos, y plantas de jardín, que forman un filtro verde para las aguas residuales.

“Todo lo que es plantación se hace a mano, todo es trabajo de personas. Cuando hay que ir al campo, lo hacemos todo. Cuando hay que trabajar con el mimbre en cestería, también”, indicó la cooperativista.

Perspectivas y proyectos futuros

Además de lo relacionado con la producción, las y los trabajadores comenzaron con proyectos con la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de La Pampa, tal como Tejiendo mimbre y solidaridad, y otro de prácticas comunitarias.

“En nuestro caso, es venir a juntarse en el local, y les enseñamos según lo que quieran saber. Algunos quieren saber de la parte administrativa, cómo manejar el mimbre para la cestería, otros para la parte de la plantación y el campo. La idea nuestra en futuro es que cada persona pueda vivir de la cooperativa”, afirmó.

Finalmente, existe el proyecto de duplicar las hectáreas que posee la Cooperativa, e incrementar la producción, que se apunta a concretar en conjunto con el INAES.

Fuente: Agenhoy.