La empresa de la economía social Santa Rita creció casi un 200% en personal y alcance. Con su reciente matrícula, esperan apostar a la estabilidad laboral y la adquisición de equipamientos.

La Cooperativa de Trabajo Santa Rita Limitada obtuvo su matrícula nacional recientemente. Aunque lleva operando en el sector de recolección y reciclado de diferentes materiales hace más de cuatro años, la formalidad de constituirse legalmente como empresa de la economía social le abre otras oportunidades de crecimiento.

Santa Rita tiene actualmente 185 familias asociadas y genera 215 puestos de trabajo sólo en Corrientes, Capital. El 80% del personal son mujeres. “El enfoque principal es darles trabajo, si un hombre tiene la capacidad de hacer ‘changas’, las mujeres también en el tema de reciclaje”, explicó el presidente del Consejo de Administración, Rafael Zalazar a El Portal de las Cooperativas.

Pero Santa Rita no sólo opera en todos los sectores y barriadas de la Capital correntina, también tiene centros de reciclado en Bella Vista, Paso de la Patria, San Luis del Palmar e Itati. Además, ahora se está extendiendo a Chaco con ramas en Charata, y próximamente a Las Breñas y Sáenz Peña.

El modo en que trabajan es innovador e incluyente: cada barrio tiene su grupo y concentran allí el material reciclable hasta que llegan a un tope de kilos, que va desde 500 a mil kilos, que equivale a una carga de camioneta o vehículo tricargo. Ahí se hace el retiro y traslado para el galpón, ubicado en el barrio Santa Rita.

La Cooperativa trabaja actualmente con contratos de dos empresas privadas, una que les compra específicamente la chatarra (metales, máquinas, aparatos en desuso) y otra que se encarga del resto de los materiales (como plásticos y cartón). “Todos los días hacemos cargas”, comentó Zalazar y remarcó que el promedio de recolección y venta es de 450 toneladas al mes, y sólo de cartón 150 a 180 toneladas mensuales.

Sin embargo, el presidente cooperativo lamentó que hasta el momento se les dificulte encarar cualquier proyecto “por falta equipamiento”. “Nuestro galpón es de 9×6 (metros), se llena en medio día y los camiones tienen que venir dos o tres veces por día”, añadió.

Justamente, una de las ventajas que ve en la obtención de la matrícula es “que podremos meternos en financiación”.

Medio ambiente

Un eje importante de la empresa es el trabajo consciente por el medio ambiente. “De hecho, es la única Cooperativa de recolección que limpia el borde del río Paraná, desde la costa sur hasta el arroyo Riachuelo”, subrayó. Las mujeres cooperativistas recorren la costa recolectando plásticos, vidrios, huesos, todo lo que se encuentre, para su posterior venta y limpiando de elementos contaminantes las playas y el agua.

“No recibimos donaciones, le pagamos al vecino, la vecina, que decidió traer su material reciclable, así como puso su granito de arena, nosotros se lo devolvemos”, destacó en otro punto de su dinámica de trabajo.

Además, “la Cooperativa no trabaja con carreros porque está prohibida la tracción a sangre. Cuidamos el medio ambiente y a los animalitos también”, dijo Zalazar.

Los efectos de la pandemia en su modalidad de trabajo fueron drásticos: empezaron con 20 familias y hoy, con el relevamiento de julio y en crecimiento, hay 185 familias trabajando.

“Les gustan las comodidades y la forma que tenemos de trabajar”, expresó Zalazar y apuntó que ese crecimiento se está dando “muy rápido”. Al punto que ya no recibimos más gente porque ya desbordamos con mercadería, al tener el equipamiento adecuado no podemos seguir avanzando”.

Ante este panorama, aseguró que están un “200% preparados” para nuevas inversiones “porque somos muy capaces, se cuida mucho el trabajo y los contratos que tenemos”.

Explicó que, al no tener prensa propia, se llegó un convenio con las empresas compradoras de que sigan llevando a un precio más bajo para no dejar de trabajar.

Ahora, tras la estabilidad administrativa, en octubre esperan contar con su prensa propia que ya fue comprada.