En el corazón de La Rioja, una pequeña comunidad de 72 habitantes ha logrado transformar su futuro mediante el turismo rural y comunitario. La Reserva Natural Los Colorados, con su impresionante paisaje de formaciones rojas de más de 250 millones de años, ha sido clave en este proceso. Un grupo de jóvenes, entre hombres y mujeres, ha encontrado en este paraje una oportunidad única para vivir y crecer, sin tener que abandonar su hogar.

“Lo hemos logrado”, dice con satisfacción la presidenta de la Cooperativa de Provisión de Servicios de Turismo El Chacho Ltda. al referirse al impacto positivo que han tenido sus esfuerzos en la comunidad.

Desde su conformación en 2012, este colectivo ha trabajado con el objetivo claro de arraigarse en su tierra, brindando servicios turísticos como guías locales en la reserva. La Ruta Nacional 74 conecta esta área con Chilecito y la capital provincial, lo que facilita el acceso de turistas interesados en descubrir el entorno árido y singular de Los Colorados.

Además de las excursiones, este grupo también se dedica a actividades productivas que buscan fortalecer la economía local. Entre sus iniciativas se encuentran las huertas comunitarias y la producción de harina de algarrobo, un insumo que se convierte en café, “pata”, “ñapa” y otros productos de pastelería. “Todo este trabajo se realiza y se ofrece al turista, con la venta directa de los productos”, explica la presidenta.

En un espacio de tres hectáreas cercadas con boyeros, se cultivan productos que luego se procesan en un salón especialmente destinado a la producción. Esta mezcla de trabajo agrícola y turístico no solo permite diversificar los ingresos del grupo, sino que también contribuye al desarrollo sostenible de la comunidad.

A pesar de los desafíos, el proyecto ha logrado consolidarse como un pilar económico en el pueblo. La colaboración con técnicos de instituciones como INTA ha sido fundamental para el crecimiento y la mejora de los procesos. “Siempre estamos trabajando en conjunto, eso nos fortalece”, comenta. Además, la comunidad recibe cada vez más visitas, lo que se traduce en un mayor reconocimiento tanto de la reserva como del pueblo en sí.

La Reserva Natural Los Colorados no solo es un atractivo geológico, sino también un espacio donde el trabajo comunitario y la naturaleza se entrelazan. Las formaciones rojas y la vegetación de mediana altura, llena de cactus, ofrecen un paisaje único que complementa las actividades propuestas. En los meses de lluvia, que van de diciembre a marzo, la reserva cobra vida, pero el resto del año el clima árido marca un desafío que el grupo enfrenta con compromiso.

El objetivo es seguir creciendo y atraer más visitantes, jóvenes y familias que deseen experimentar la vida rural y el turismo de naturaleza. “Queremos que más gente venga a visitarnos, que puedan disfrutar de nuestras actividades”, señala la presidenta, destacando la oferta de cabalgatas y gastronomía típica.

El trabajo del grupo, caracterizado por su dedicación y amor por lo que hacen, ha logrado poner al pueblo en el mapa turístico de La Rioja. Al final de la entrevista, la invitación es clara: “Bienvenidos sean aquellos que quieran venir a conocernos”.

Este colectivo ha demostrado que, con esfuerzo y organización, es posible transformar un pequeño rincón de La Rioja en un referente del turismo rural y comunitario, con un enfoque en el desarrollo local y la sustentabilidad.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en FM Patagonia Andina (El Bolsón, Río Negro).

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