“Lo que nosotros producimos son objetos artesanales en el área textil. Son tejidos hechos en telares verticales, horizontales, redondos, con algunos complementos de terminaciones en crochet o dos agujas. Trabajamos con lana de oveja, lana de llama y con objetos que son de la vida moderna pero que están producidos con técnicas ancestrales”, comentó la secretaria de la Cooperativa de Trabajo Ruta del Tejido Ltda., Andrea Gatti.

Sobre la conformación de la Cooperativa, indicó: “Somos 18 familias asociadas a la Cooperativa y estamos funcionando como Cooperativa hace cuatro ejercicios. Antes funcionábamos como grupo de base. En su momento, se habían conformado muchos grupos de trueque en varios lugares del país, y nosotras llegamos un poco tarde para lograr esa organización en el valle. Fue en la escuela Agro Técnica que nos prestaron el espacio y fue ahí donde nos conocimos muchas artesanas tejedoras”

“Inicialmente comenzamos a reunirnos tejedoras del Valle del Tafí con una preocupación que era que se estaba debilitando mucho el conocimiento del saber textil porque mucha gente había emigrado y se había cortado la cadena de transmisión del oficio que era familiar, de generación en generación. Entonces, varias artesanas nos reunimos a entrevistarnos con la gente más grande, a invitarla a formar parte de la organización y a generar encuentros semanales de transmisión de oficio. Ese fue el modo en el que iniciamos, antes del 2001, nuestros encuentros”, aclaró sobre cómo comenzaron a moverse para recuperar el oficio familiar.

La cooperativista destacó: “A partir de encontrarnos regularmente comenzamos a notar que la problemática de la comercialización de los tejidos también hacía que sea cada vez más difícil dedicar el tiempo en la producción textil. Definimos, con los años, ir generando desarrollos y resoluciones de los problemas que teníamos en forma conjunta para formar ese impulso. Si se teje, se transmite, y si se transmite el oficio sigue vivo”

“Una de las primeras cosas que hice hace varios años atrás fue, por invitación del director de la Escuela Agro técnica, dar unos talleres de tejido integral con los jóvenes que estaban egresando de la carrera de Turismo. La intención del director de la escuela es que se pueda palpar la producción artesanal y el oficio, y ahí encontramos muchas futuras cooperativistas de la ruta del tejido que tenían familiares tejedores, pero no habían experimentado el tejido”

Durante los años en los cuales se dedicaron a instaurarse como una opción concreta laboral, recibieron ayuda de distintos organismos: “Recibimos el apoyo de una organización regional, El Ceibal Asociación Civil, una organización que en ese momento tenía sede en Santiago del Estero. Nos enseñaron a realizar proyectos, a pensar qué necesitamos realmente para crecer. Además, recibimos ayuda del Programa Social Agropecuario, que dependía del Ministerio de Agricultura Familiar de la Nación, del Instituto Provincial de Acción Cooperativa y Mutual (IPACIM) de Tucumán, entre otros”

“Nosotros desde el principio iniciamos nuestro proceso de organización en el 2001, en medio de la crisis. A partir de 2004, pudimos tener un espacio de comercialización de uso común. No tenemos local propio, comprado por nosotros, pero sí alquilamos o tenemos convenios con los espacios que necesitamos para agruparnos. Contamos con maquinaria para coser, para surfilar, poner broches, elementos que nos sirven para colaborar con la producción de todas. A su vez, cada artesana tiene su taller en su casa, respetando el modo de producción artesanal que se realizaba en los domicilios de las personas”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por FM San Alfonso (Yerba Buena, Tucumán).