Marcelo Pintihueque participó de la construcción de las primeras organizaciones indígenas del país. También estuvo cerca de la reforma constitucional de 1994, junto a sus compañeros de otros pueblos originarios que reclamaban que sus derechos estuvieran incluidos en la carta magna. En 2001 conformó la Organización Nacional de Pueblos Indígenas en Argentina (Onpia).

La inconsulta a los pueblos originarios, el cuidado del agua y la protección del ambiente eran algunos de los motivos por los que el activista alzó su voz, incluso iniciando dos demandas a la empresa YPF, entre otras luchas.

Su marcada tendencia a la defensa y reivindicación de los pueblos originarios inspiró a más personas a sumarse a su proyecto y por eso la Cooperativa de Trabajo Marcelo Pintihueque Ltda. de Comodoro Rivadavia tomó el nombre en su honor.

El síndico, Mauricio Ruiz, expresó: “Fue un referente mapuche de la zona de Comodoro, y uno de los primeros que impulsó LOF Comarca Chubut. Una de sus características siempre fue la defensa del pueblo mapuche, pero también la idea de la transición de la forma de pensar y saber mapuche. A la vez, también trazando las bases de lo que hoy se conoce como la interculturalidad, pero en el año 2000”.

La entidad está conformada por un grupo de estudiantes y egresados de la carrera de Historia de la Universidad Nacional de la Patagonia. En conjunto con una organización social local que lleva adelante un Espacio Público que nuclea personas artesanas y de diferentes colectividades, el grupo conoció de primera mano la riqueza de su historia.

“Comodoro tiene una riqueza interesantísima, 120 años de existencia. Pero lo que vemos con mucha preocupación es la falta de políticas públicas que preserven el patrimonio cultural, y que potencie este patrimonio que no es material, pero habita en los barrios populares de Comodoro, que son prácticas comunitarias culturales que han traído los inmigrantes de sus lugares de origen, y que han construido nuevas formas comunitarias de relacionarse entre vecinos”.

Mapa social

Respecto a las principales preocupaciones de la Cooperativa, Ruiz afirmó que “somos una ciudad con una tasa muy grande de violencia, producto de, como toda ciudad que tiene una matriz económica extractivista, un alto consumo de drogas y un montón de situaciones en base a que la persona que viene sola, y después viene el grupo familiar. También algunos elementos que detectamos de xenofobia”.

“Nosotros siempre comentamos que es tragicómico, porque la xenofobia nace de nietos o bisnietos de inmigrantes, que se quejan de los que vinieron después de sus abuelos o bisabuelos”, expuso. Asimismo, agregó que “lo que queremos recuperar es ese patrimonio, a partir de actividades culturales que venimos realizando”.

Entre sus propuestas se destacan un proyecto para conocer las comidas que se realizan en Comodoro Rivadavia: Comidas comunitarias que se comparten con otras personas: “Con eso, intentamos hacer un relevamiento y reconocimiento, pero también trabajar con el Municipio para que se empiece a tomar intervención o a garantizar la preservación de los edificios históricos que tenemos y que hoy fueron demolidos, pero también los patrimonios que vemos en los barrios, que nacen de migraciones y lugares que todavía falta contar su historia”.

Construcción colectiva

La tarea que la organización lleva a cabo en los barrios es una de sus bases. A través de estas acciones apuntan a comprender la situación de la localidad, el alcance de la xenofobia y cómo presentar la información para disminuir su impacto.

“La xenofobia no tiene razón de ser y podemos mostrar, visibilizar, el Comodoro pluricultural de sus orígenes y que se ha mantenido, y que se mantiene en términos de que la misma comunidad de migrantes no son cerradas entre ellas, sino todo lo contrario. Cuando uno trabaja con las comunidades se encuentra con una cuestión de diversidad y reconocimiento a otros, muy interesante y muy linda”, indicó el referente.

Sin embargo, volvió a enfocarse en la necesidad de que el Estado defina políticas públicas que los respalden.

Asimismo, con el trabajo de la Cooperativa también buscan evidenciar que hay una salida laboral en estas temáticas, y que se puede generar un impacto positivo en las comunidades: “Es una forma de nosotros, como futuros historiadores, tener herramientas de trabajo donde también podamos generar nuestro propio trabajo”.

“Queremos demostrar que podemos trabajar de otra manera, y reivindicar el cooperativismo como forma de trabajo autogesitonado y horizontal. Mostrar que es posible generar trabajo a partir de la recuperación histórica, pero también que a partir de eso podemos afectar a la sociedad, con nuevos elementos que permitan achicar estas brechas y empezar a mostrar que a partir de la parte cultural podemos ir recuperando el tejido social que se ha ido degradando con el tiempo”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en Radio Empresaria (Florencio Varela, Buenos Aires).