La vuelta de las tareas en conjunto fue motivada por el levantamiento del aislamiento obligatorio y la atención de tareas con fines comunitarios.

La Cooperativa de Trabajo Mandarinas Limitada retornó a sus trabajos grupales a partir de las habilitaciones enmarcadas en la medida de distanciamiento social, preventivo y obligatorio en los términos ordenados por el Decreto 875/2020. En ese contexto intensificaron la producción de tapabocas y volvieron con la fabricación de indumentaria y accesorios infantiles.

Gisela Leiton, presidenta de la Cooperativa jujeña indicó que “en un primer momento, en marzo de este año, estábamos trabajando con indumentaria para jardines de infantes, pero la pandemia nos cayó mal y empezamos a trabajar cada una en su domicilio. A pesar de ello seguimos con la fabricación de barbijos y trabajo social para niños de los merenderos nucleados en la organización Barrios de Pie Libres del Sur. Ahora activamos el trabajo en conjunto, estamos trabajando con ropa para niños, barbijos y adornos de navidad”.

En otro orden, la titular de la entidad mencionó que participan activamente de las acciones que impulsa el grupo Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá), contra la violencia hacia la mujer en todos sus ámbitos en busca de la igualdad y el respeto. “Dentro de la Cooperativa tenemos compañeras que sufren problemas de violencia y tratamos de ayudarlas. Trabajamos en conjunto con un área de género de la organización Barrios Pie Libres del Sur. Allí abordamos estas problemáticas con talleres y manifestaciones. Nos relacionamos con otras Cooperativas con las que compartimos el abordaje de estos problemas”.

Finalmente hizo hincapié en algunas necesidades que tiene actualmente la institución: “Una de las debilidades que tenemos es manejo de las redes. Es muy importante crear una red de negocio, en la comunicación. Necesitamos fortalecernos en diagnósticos de mercado y base de datos de proveedores para poder conocer y conseguir lugares donde adquirir la materia prima a menor costo”.