“Una vez más, desde la Cooperativa de Vivienda La Remolinera Ltda., venimos a compartir algunas reflexiones en torno a la emergencia habitacional. ¿Por qué sostenemos este diagnóstico de “emergencia”? Porque conocemos la situación por la que transitamos quienes formamos parte de la Cooperativa y el resto de los/as vecinos/as de la Villa. Sabemos que hay docentes, personal de salud y otros/as trabajadores/as pensando en irse ya que la renovación de los contratos de alquiler es extorsiva e inalcanzable aún para quienes tienen trabajos estables, en blanco y en relación de dependencia (en peores condiciones están quienes tienen trabajos informales, sin aportes ni respaldos legales que vulneran sus derechos). Es decir, por más que no la declaremos, la emergencia existe. Nombremos a las cosas por su nombre, porque lo que no se nombra no existe.

En los últimos meses hemos continuado trabajando desde diferentes ejes para fortalecer nuestra organización y seguimos fortaleciendo los vínculos con distintos actores.

En relación a lo primero, estamos creciendo e incorporando nuevos socios/as a la Cooperativa. Eso nos da empuje y la posibilidad de abrir nuevos desafíos y miradas para avanzar colectivamente. También avanzamos en las cuestiones administrativas y seguimos en contacto con los organismos provinciales y nacionales dándole legitimidad y legalidad a cada una de las acciones que llevamos adelante.

Volviendo al título que da inicio a esta carta, nos parece interesante compartir algunas reflexiones que mantuvimos en conversaciones con Julieta Linares, Presidenta de la Cooperativa de Vivienda “Amapolas” de Bariloche. Venimos construyendo un entramado hace tiempo (hemos participado de algunas de sus actividades en Bari) y estamos actualmente organizando nuevas acciones que compartiremos en breve. Ella nos decía que pensar en conseguir soluciones habitacionales requiere un proceso de largo aliento (podemos ver lo que sucede con las experiencias del Barrio Intercultural de San Martín de Los Andes con quienes también estamos en contacto y que han conseguido hace poco la asignación de 200 lotes para las familias que lo precisaban). En este sentido, la urgencia a la que hacemos referencia nos obliga a pensar en cómo transitar ese camino.

 “¿Puedo hacer alguna movida en soledad que sea exitosa para encontrar solución a mi problema de vivienda?”

Esta pregunta nos ofrece la compañera de Amapolas. Claramente, salvo que tengamos un capital o vengamos de una familia adinerada, para cualquier trabajador/a esta es una empresa casi imposible de afrontar. Entonces, si no hay ninguna acción exitosa que podamos pensar desde lo individual para afrontar la problemática de la vivienda; una buena estrategia, nos comenta Julieta, es “caminar juntos/as el recorrido que nos propone el proyecto cooperativista y acompañarnos en este proceso, enamorándonos del proyecto y contagiando a otro/as en el andar”.

Nos parece muy valioso este mensaje. En un contexto en el cual las propuestas son del orden del “sálvese quien pueda”, de la valorización de lo individual, del avanzar a costa de pisarle la cabeza al otro; experiencias como las nuestras que buscan ir al rescate de lo colectivo, del acompañamiento mutuo, son pequeños faros que nos permiten sostener vivas las cooperativas e ir encontrando pequeños proyectos que den impulso a cada uno de los pasos que vamos dando.

Mantener viva la cooperativa es fundamental

Conocernos, saber con quiénes vivimos, en qué condiciones, de qué trabajamos, por qué vivimos aquí es fundamental. No pensamos en “conseguir una casa”. Pensamos en cómo queremos habitar el territorio, compartir el vivir, el barrio. Es fundamental que el proceso que escribimos más arriba se consolide para que, cuando tengamos posibilidad de levantar nuestras casas y el barrio que imaginamos, sepamos que tenemos al lado otros/as que nos darán una mano y que lo diseñaremos entre todos/as.

Continuamos promoviendo que desde la Secretaría de Vivienda de la Municipalidad se nos siga convocando a trabajar en la Mesa de trabajo sobre el acceso al suelo y la vivienda que iniciamos en el mes de mayo.

Distintos/as concejales están motorizando con nosotros este proyecto y esperamos que, en breve, la Lic. Franca Cendra pueda oficializar la convocatoria a la mesa convocando a otras cooperativas y organizaciones para dar un rango más institucional a este cuerpo interdisciplinario.

Acciones colectivas que se avecinan: activando el entramado local e internacional

Para finalizar, anticipamos que estamos preparando una gran movida para el mes de noviembre. Una acción que involucra a las compañeras de la Cooperativa de Vivienda “Amapolas” de Bariloche, a referentes del Barrio Intercultural de San Martín de los Andes, a la Universidad Nacional Autónoma de México y casi 80 doctorandos que vendrán a realizar un trabajo de campo. En unas semanas, compartiremos más detalles para que las/os vecinos de Villa La Angostura puedan participar.

Saludos, Cooperativa de Vivienda La Remolinera Ltda. (Matrícula nacional 70.307)”.

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