La Riojana Cooperativa Vitivinifrutícola de La Rioja Ltda. cumplió 13 años bajo las normas de Comercio Justo.

Entrevistado por Matías Longoni, del portal Bichos de Campo, el presidente de la cooperativa vitivinícola más importante de La Rioja, Mario González, reconoció que en 2006 comenzó el largo recorrido en el seno del “juego limpio” para las operaciones económicas y sociales de la entidad cooperativa: “Ha sido un preocupación constante nuestra hacer este tipo de innovaciones”, indicó.

En el proceso de certificación bajo normas del “Comercio Justo” o “Fair trade” -cuyas principales características puede leerse en este enlace-, la firma cooperativa fue la primera en incorporar ese concepto en Argentina, y la tercera bodega a escala global, detrás de una sudafricana y otra chilena.

Desde 1940, cuando nació como un desprendimiento de la cordobesa ex cooperativa La Caroyense, de Colonia Caroya, La Riojana produce vinos y aceite de oliva en el valle de Famatina. Tiene un gran perfil exportador. Y el 70% de su producción, en especial la que se vende al extranjero, cobra mayor valor en los mercados por diferentes certificaciones. La más importante es la de “producción orgánica” pero no muy atrás le sigue la de “Comercio Justo”.

“Lo importante de esto es que los mercados europeos y de América del Norte privilegian comprar un producto con un certificado de comercio justo. Esto le asegura (al consumidor) que paga un poco más por ese producto, que la distribución de ese ingreso es más justa en el lugar de origen, que no hay trabajo infantil, que hay buen trato para el personal, que se cuida el medio ambiente”, explicó el dirigente.

El proceso de certificación es largo y se repite todos los años, dura al menos una semana con inspectores dando vueltas por la zona productiva de Chilecito. En los países europeos a los que exporta, La Riojana cobra un adicional de 6,5 centavos de euro por cada botella de vino que cuenta con esta certificación. Y eso le permite contar con un fondo especial que va por separado de las cuentas de la bodega.

González sostiene que todos los años la asamblea de los cooperativistas productores debate qué usos le darán a ese dinero, que debe ser destinado al bien común. “Son más o menos 15 millones de pesos que tienen que ser distribuidos en obras y atención a los productores. Los productores tienen la posibilidad de tener para la cosecha un fondo que le permita estar más tranquilos, pero otra parte del fondo debe ir para salud, educación y recreación”, explica el cooperativista.

Comercio justo
Esta modalidad de intercambio comercial se rige por principios que defienden:
• La formación de cooperativas u otro tipo de organizaciones voluntarias, con gobiernos democráticos.
• Libre iniciativa y trabajo, en oposición a la subsistencia a través de subisidios y asistencialismo.
• Rechazo a la explotación infantil.
• Igualdad de géneros, no admite diferencias entre condiciones laborales de hombre y mujeres.
• Respeto a los Derechos Humanos.
• Pago de un precio digno a los productores.
• Valoracion de la calidad y cuidado del medio ambiente.
• Garantía de pago de un salario justo a los productores o trabajadores involucrados en la actividad.
• Condiciones de seguridad e higiene en los lugares de trabajo.
• Igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
• Protección de los derechos de los niños.
• Preservación del medio ambiente.

Fuente: Bichos de Campo.