En 2007, la Escuela Cooperativa Técnica Los Andes inició la búsqueda de crear e involucrar a las y los estudiantes en la experiencia del cooperativismo escolar. En estos últimos años, un grupo de adolescentes asumió el compromiso y lograron involucrar a toda la escuela.

Una de las características más destacadas del funcionamiento de la Cooperativa Escolar CooPeulla, es el aprendizaje práctico que se ofrece a las y los estudiantes. Se involucran en tareas como redacción de actas, organización de asambleas y la elaboración de balances, actividades que parecen “intimidantes” para las personas adultas, cuando llegan al cooperativismo.

 “Con 13, 15 o 18 años aprenden todo lo vinculado a la administración de una Cooperativa, por ejemplo, incorporan el vocabulario del Consejo de Administración, qué hace el consejero, el síndico, la diferencia entre una asamblea ordinaria y una extraordinaria, etc.”, resaltó el docente guía, Andrés Grad Gut. “Cuando sean grandes, el desafío que les queda por incorporar, es lograr que la cosa funcione, que los productos se vendan, que los servicios se provean”, amplió.

A lo largo del proceso, el grupo estudiantil es el encargado de tomar las decisiones que mejoran su día a día en la escuela. La jornada escolar se extiende desde las 8 hasta las 17 horas. Para hacer más llevadero ese horario, se organizaron actividades como torneos de penales, que generan un fuerte sentido de pertenencia entre los estudiantes.

Otro de los proyectos más destacados fue la compra al por mayor de materiales electrónicos para la escuela. Las y los estudiantes decidieron hacer compras al por mayor en la Ciudad de Buenos Aires, lo que permitió reducir los costos hasta un 40%. Esto facilitó el acceso a kits de robótica y otros materiales necesarios para los proyectos tecnológicos que se desarrollan en la institución.

El nombre de la Cooperativa escolar es CooPeulla, acrónimo de Cooperativa y Peulla, que en el idioma mapuche Mapuzungun, significa brotes jóvenes.

Además, se creó un espacio como el Coffeezone, una zona de descanso equipada con cafeteras y pavas eléctricas para que los estudiantes puedan disfrutar de un merecido descanso. También se mejoraron las instalaciones con la construcción de percheros y un ajedrez magnético vertical, una idea innovadora que se utiliza durante los recreos.

Esta forma de organización surgió para que el grupo estudiantil sean los protagonistas de las propuestas de mejoras en la experiencia escolar y que indefectiblemente beneficia a toda la comunidad educativa. El equipo docente y adulto tienen un rol de acompañamiento y orientación.

En último año estuvo bajo la guía del docente Andrés Grad Gut, a fin de año se realizó una nueva asamblea ordinaria para elegir un nuevo Consejo de Administración compuesto por siete estudiantes, quienes serán responsables de continuar con la gestión durante este nuevo año, junto al docente guía. Además, uno de los proyectos más esperados es la construcción de lockers estudiantiles, puedan guardar sus pertenencias de manera segura, un desafío que implicará la construcción de 232 cubículos.

Andrés Grad Gut señaló que, además de la Cooperativa escolar, la institución también cuenta con una Cooperativa de trabajo, integrada por docentes y personal administrativo de la escuela. Son dos Cooperativas que funcionan en el establecimiento y trabajan de manera complementaria para ofrecer un ambiente colaborativo tanto para estudiantes como a toda la comunidad educativa.

Altibajos iniciales

Comenzó como un sueño en 2007 y actualmente, la Cooperativa escolar de Bariloche tiene una matrícula activa de 232 asociados y muchos proyectos. La anécdota sobre el arte de recomenzar que contó el docente fue que, en 2007, hicieron el pedido de matrícula y se la dieron en 2009, cuando ya habían egresado todos los alumnos que le habían dado el puntapié inicial, así que la Cooperativa estuvo dormida por varios años.

Hubo intentos de resurgir en 2013, en el 2015, pero nunca se llegó a juntar la cantidad de estudiantes que hacía falta. Llegó el 2019, con horas de trabajo, reuniones, sumar a estudiantes al proyecto, se hizo la asamblea, elecciones y en el 2020, llegó la pandemia. Otro cachetazo nuevamente.

Recién 2023, nos pusimos las pilas nuevamente, los chicos y las chicas que estuvieron liderando el proyecto hicieron un trabajo impresionante y pasamos de tener 30 asociados a tener 232, de reunirnos todas las semanas de tener una cantidad inagotable de actividades.

Con 22 Cooperativas escolares en toda la provincia de Río Negro, la experiencia de esta escuela técnica demuestra que el cooperativismo es una herramienta poderosa para formar a adolescentes en la gestión responsable y en la colaboración mutua, elementos esenciales para cualquier proyecto laboral y/o social.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por Radio Nacional Viedma (Viedma, Río Negro).