La Cooperativa de Servicios Culturales La Calle de los Títeres Ltda. lleva 35 años de actividad con epicentro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). La empresa social es un espacio abierto para que titiriteros y titiriteras se unan y participen en la medida de sus posibilidades, y durante el tiempo que deseen.

El secretario de la Cooperativa La Calle de los Títeres, Pablo Roselló, afirmó: “Todos son bienvenidos a pasar. Ese es el espíritu de la Cooperativa, que sea un lugar para recibir a todos los titiriteros que estén trashumando, que estén viajando, y que quieran venir”.

“Allá por el 89, con el regreso de la democracia, hubo un grupo de titiriteros ya grande, Javier Villafañez a la cabeza, Pepe Luis, Sarita Bianchi, Toto Villaruel que fue el creador de la carrera de actor titiritero en la Escuela de Teatro de Avellaneda, que le da forma al colectivo como Cooperativa. Es anecdótico cómo lo hizo renegar, porque por la dinámica, él pretendía que sea una cooperativa de servicios, y le discutían que la cultura no podía ser un servicio”, contó el artista.

En esa línea, destacó que “somos un sueño viviente, de pelear por años, y que se terminó conformando la personería jurídica como cooperativa de servicios. También hubo la oportunidad con la vuelta de la democracia de participar del proyecto cultura en barrios que tenía la meta de llevar cultura popular, accesible, gratuita a los barrios, y que se abran lugares”.

El espacio en el que actualmente funciona la entidad es el que pudieron recuperar de un local gastronómico, que forma parte de su identidad: “Creo que los títeres vienen a heredar todas esas cosas, esa magia que tienen las paredes, ese lugar, que está muy vivo a pesar del deterioro del tiempo”.

Mantener viva la llama

La Calle de los Títeres está abierta todos los fines de semana del año, con propuestas tanto para niños y niñas, como para personas adultas que quieran dejarse cautivar por el arte ancestral de los y las titiriteras.

Roselló indicó que, si bien hay una gran cantidad de competencia en la ciudad respecto a iniciativas culturales, y hay un evidente aumento en la preferencia por opciones virtuales, siempre hay un público dispuesto a compartir un espectáculo.

“Voy aprendiendo día a día que los títeres que hacemos nosotros, de valija, trashumantes, de lata, invocan al duende. Uno se va rindiendo ante la evidencia de que está conectado con algún lugar de la humanidad que merece ser rescatado en todo esto que nos rodea. No deja de sorprenderme cómo invoca la risa de los chicos”, expresó.

La Cooperativa complementa las funciones con talleres participativos, que marca una diferencia en la experiencia de asistir a una obra de títeres. Las actividades son libres y gratuitas, abiertas a todo público, para todas las edades, todos los fines de semana del año.

Al respecto, el artista indicó que una de las situaciones que se viven en estos espacios es que “los chicos ven, son parte de algo que está sucediendo, y se sienten protagonistas. Es muy interesante cómo se genera la dinámica. Eso también es muy importante, para ver por qué sirve este tipo de expresiones artísticas para un montón de cosas. La educación, por ejemplo”.

“Nosotros, en los títeres, hacemos muchas cosas chaplinescas. Los adultos generalmente no entienden de qué se están riendo, son dos personajes de gomaespuma que se golpean con una cachiporra, con estéticas bastante despojadas, y la mayor parte de la escenografía los chicos se la tienen que imaginar. Y los niños no necesitan que les solucionen las cosas, necesitan que no se la compliquemos. Entonces, cuando uno empieza a relajarse y a escuchar lo que pasa del otro lado de la tela, empiezan a suceder cosas increíbles”, reflexionó.

La Calle de los Títeres también realiza sus actividades en todos los lugares en donde es recibida, desde escuelas y hospitales, a espacios públicos. Además, lleva adelante proyectos y programas que se mantienen durante el año: El ciclo Mujer Titiritera en el mes de marzo; el festival de invierno; y durante el mes de noviembre las escuelas visitan la Calle en horario escolar.

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Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en Radio Atlántica (Mar de Plata, Buenos Aires).