Es un sector que históricamente no contó con previsibilidad.

No obstante, la Cooperativa Entrerriana de Productores Agrarios Limitada del departamento La Paz (Cepal) tiene una historia de más de 50 años contribuyendo a la generación de trabajo y siendo una alternativa viable para los productores familiares de la zona.

En su planta de producción se elaboran distintos tipos de quesos, agregando valor a la leche que los tamberos de la región producen día a día. La unión y el trabajo colaborativo son las premisas de este grupo de trabajo que a través del convenio de integración con la Cooperativa Agropecuaria La Paz (CALP) amplió sus instalaciones.

Los quesos se comercializan en los puntos de venta que posee la CALP y se distribuyen en comercios de la región, además cuentan con un almacén de campo al lado de la fábrica lo que les permite generar un canal corto de comercialización.

Actualmente la CEPAL cuenta con el sello de “Comercio Justo”, obtenido por su forma de trabajo en respeto del ambiente y de cada trabajador integrante.

“Se compra leche se elaboran y comercializan quesos, trabajamos en conjunto con la con la CALP, hace más de diez años nos integramos porque nosotros somos una Cooperativa chica, estuvo a punto de cerrar en su momento, hasta que ellos hicieron una inversión, puso calderas, y empezamos a elaborar. Antes se vendía la lecha a Cotapa, a Paraná”, explicó su vicepresidente Rubén Enrique Catalín a El Portal de las Cooperativas.

“Nosotros elaboramos para la Agropecuaria, ellos compran la leche y venden el producto. Nosotros estamos en la localidad de San Gustavo, sobre la ruta 1 que va a Feliciano”, contó.

Además, recordó que en otra época “30 o 40 años atrás tuvimos unos 50 socios que entregaban la leche, eran tambos chicos que producían 150 a 200 litros, había dos o tres camionetas que salían a juntar, lo máximo que llegamos a juntar eran 3 mil litros, algunos ni siquiera mecanizados, eran manual. Los perjudicaron los caminos que eran de tierra, después a una colonia le pusieron camino de ripio, pero ya no quedaban tamberos, habrán quedado 3 o 4, los otros dejaron la actividad”, recordó con un dejo de amargura.

“La CALP abrió un tambo grande que es la que más produce y entrega, pero los precios son muy inciertos, hasta hace unos meses atrás andaba bastante bien, después se complicó y ahora parece que está levantando de nuevo. Está oscilando entre 19 y 21 pesos el litro de leche. Los insumos son caros, todo lo que es balanceado, los fertilizantes, está dolarizado. Los que quedan no pueden vivir exclusivamente del tambo, viven de otras actividades”, aclaró.

De todas maneras, resaltó: “Tenemos una planta de elaborado bastante linda, hace dos años que la inauguramos”.