En los últimos días, la Municipalidad de Santa Fe anunció la donación de un terreno para la construcción de 36 unidades habitacionales bajo un sistema de producción autogestiva autogestionaria de vivienda y hábitat. El lugar en cuestión se ubica en barrio Liceo Norte en Avenida Peñaloza al 10.000 y fue destinado a la Cooperativa de Trabajo Alba Iberá Limitada tras la firma de un acta que fue acompañada por el Ministerio de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat y la dirección de Vivienda y Urbanismo de la Provincia.

Para conocer más detalles de las viviendas que se construirán por primera vez en la ciudad de Santa Fe bajo una modalidad autogestionaria, El Litoral entrevistó a uno de los referentes de la Cooperativa Alba Iberá, Diego Mandile.

-¿Cómo nace esta cooperativa?

-Forma parte de la Federación Cooperativas Autogestionarias MOI (Movimiento de Ocupantes e Inquilinos). Nuestra cooperativa en Santa Fe nace hace 8 10 años y lo que venimos tratando de impulsar es una experiencia piloto, que busca constituirse como una política pública, ya que en Santa Fe existen las políticas crediticias tradicionales (privadas) con los bancos, las gremiales, la tradicional empresarial y nuestra idea es que sea una forma más de producir y acceder a la vivienda.

¿Qué quiere decir que sea autogestionaria?

-A diferencia de las políticas tradicionales estatales, las familias cooperativistas participan de manera colectiva en todo el proceso desde la conformación del grupo, el diseño del proyecto, la administración de los recursos y la ejecución de las viviendas donde cada familia aporta una cantidad de horas de ayuda mutua en la obra como por ejemplo la limpieza o tareas de obra no calificadas, similar a lo que se conoce como “mano de obra peón”, que permite optimizar y reducir costos, como la propia integración y apropiación del proyecto colectivo, además de ser una posibilidad de calificación. Asimismo, la mano calificada en la construcción, equipos y herramientas las pone la cooperativa de trabajo “Casa Base” que es contratada para este proyecto.

-¿Cuántos cooperativistas participan de este proyecto?

-El proyecto es para 36 familias, ese cupo todavía no está cubierto y se está formando. Hay familias que ya son parte plena de la cooperativa, otro grupo que está en ese proceso de ingreso y estamos invitando a otras familias a que se sumen.

-¿Cómo es el proceso de inscripción?

-Se acercan a Santiago de Chile 2468, sede del MOI o a comunicándose al 342 6122595, donde hacen un proceso formativo que llamamos “Guardia” a partir del cual, se hace una evaluación de la situación de cada familia, se hace una especie de preselección mutua, tanto la familia elige si quiere formar parte y la cooperativa si permite que se sume.

-¿De qué forma devuelven el crédito que les brinda la Provincia?

-De forma colectiva y se paga a 30 años. Al ser un conjunto de viviendas y no lotes, la cooperativa es la que devuelve el crédito, no es que lo hace cada familia de forma individual.

Las viviendas

El programa espacial urbano-arquitectónico que se edificará en Liceo Norte propone un conjunto de 36 viviendas y 3 espacios colectivos. En planta baja y en el corazón de las unidades habitacionales se propone un espacio de uso común de la cooperativa de vivienda.

Serán 14 unidades en planta baja de dos dormitorios, incluyendo dos variantes con tres dormitorios. En el primer y segundo piso se desarrollarán dos tipologías de viviendas en duplex, todas con posibilidades de ampliación.

Contará con un espacio cooperativo productivo sobre el frente sur y un espacio comunitario municipal destinado a actividades socio-educativas que se desarrollará en la planta baja y primer piso. También habrá un anfiteatro al aire libre que se dispone como transición entre el uso comunitario barrial y las viviendas cooperativas.

-¿Cómo siguen las gestiones?

-La cooperativa tiene un comodato con la Municipalidad desde hace dos años para empezar a usar el terreno. Lo que se firmó hace unos días con el municipio y la Provincia fue un convenio donde la Provincia se compromete a financiar las viviendas, lo cual nos habilita a la transferencia definitiva del suelo, que es el primer paso. El pedido de transferencia ingresa en estos días al Concejo para proceder con la escritura.

-¿Hay alguna fecha estimada para comenzar a construir?

-Todavía no está confirmada porque dependemos de la escrituración definitiva, la hipoteca y de recibir los fondos.

-¿Cuánto tiempo les puede llevar la construcción?

-Estamos analizando si vamos a hacerlas en tres etapas. Si todo sale bien la obra no demoraría más de dos años.

“Resultado de un esfuerzo colaborativo”

Luego de rubricar el acta en el que se dona el terreno a la cooperativa de vivienda, Paola Pallero, directora de la Agencia de Hábitat municipal, calificó este avance como “el resultado de un esfuerzo colaborativo y compartido con las organizaciones sociales”, y agregó que “desde hace un año y medio, cuando fuimos a recorrer otras propuestas en Buenos Aires, avanzamos en la articulación con los gobiernos nacional y provincial, quienes aportan financiamiento e infraestructura para concretar estos proyectos”.

Por su parte, Néstor Jeifetz, presidente de la Federación de Cooperativas Autogestionarias MOI, analizó que “en los procesos colectivos, el primer espacio no es el techo sino lo colectivo; es cuando la gente se reúne y se va construyendo ese ámbito que también conlleva una conciencia colectiva de interacción con lo vecinal-barrial”.

Al mismo tiempo Jeifetz indicó que “queremos desterrar un concepto común que a nosotros no nos gusta que es el de vivienda social, de casitas chiquitas y feas. Hablamos del derecho a la belleza, que implica un hábitat bello, dimensional, morfológico y espacial. Un ámbito bello para la vida de las familias, para una vida comunitaria, colectiva y autogestionaria”.

Fuente: El Litoral.