El trabajo de la Cooperativa La Comunitaria de Rivadavia de Provisión de Servicios Culturales y Sociales Ltda. abarca un territorio amplio: el distrito de Rivadavia, zonas cercanas a General Villegas, Trenque Lauquen, Cañuelas y varios parajes rurales; además de localidades pampeanas como General Pico y Santa Isabel. Allí, cada comunidad cuenta con un centro cultural o sede donde se desarrollan talleres, espectáculos, festividades y encuentros que buscan fortalecer los vínculos y sostener proyectos de vida en los pueblos.

La semilla que dio origen a este recorrido fue el teatro comunitario, práctica que la organización impulsa desde casi dos décadas y que funcionó como punto de partida para recuperar espacios abandonados, generar nuevos ámbitos de participación y ampliar la mirada hacia otras necesidades. “Sembrar cultura para el arraigo” es el lema que guía las acciones de la entidad, que entiende al arte como herramienta para que jóvenes y adultos encuentren motivos para quedarse, compartir y proyectar en sus lugares.

Con el tiempo y acompañando transformaciones sociales profundas -desde la crisis económica hasta la pandemia-, la Cooperativa amplió su estatuto y su trabajo. Hoy sostiene iniciativas productivas diversas: una planta láctea en General Pico, el desarrollo de una planta de alimentos balanceados en Santa Isabel, y la incorporación de servicios forestales y agropecuarios que complementan la actividad cultural. La propuesta se adapta a cada territorio, pero mantiene un hilo común: poner recursos, espacios y creatividad al servicio de la comunidad.

El fortalecimiento del entramado social se expresa en celebraciones y actividades que convocan a vecinos de todas las edades. En Sansinena, por ejemplo, la “chamameceada” se transformó en una fiesta de identidad y encuentro, resultado de la integración de familias correntinas que llegaron a la zona y encontraron en la música del litoral un puente para compartir cultura y memoria. Lo mismo ocurre en las peñas, talleres, festivales y jornadas que se multiplican en cada localidad donde la Cooperativa tiene presencia.

La organización también participa activamente en redes nacionales e internacionales. Forma parte del movimiento argentino de cultura viva comunitaria, ha llevado obras a países como Ecuador y México, y se vincula con colectivos de América Latina y otras regiones del mundo. En esa línea, acompañó iniciativas humanitarias como la flotilla que viajó hacia Gaza para visibilizar la crisis que atraviesa su población.

Además de promover el intercambio cultural, el grupo aborda temáticas globales desde una perspectiva comunitaria. Un ejemplo es la obra Sombras de Gaza, que presentarán en Santa Rosa y que recoge relatos de niñas y niños palestinos, transformados en monólogos teatrales para sensibilizar sobre la realidad que viven los pueblos afectados por la guerra.

El movimiento que sostiene la cooperativa se alimenta del compromiso de cientos de personas -socios, socias, familias, vecinos, vecinas, talleristas- que participan no solo de actividades culturales, sino también de procesos de acompañamiento, contención y construcción colectiva. “Hay mucha gente solidaria trabajando en cada pedacito de nuestra patria”, valoran quienes integran la entidad.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en Radio La Compañía (Tandil, Buenos Aires).

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