La Cooperativa de Trabajo El Descubridor Ltda. comenzó hace diez años con una escuela de actuación, en aquel momento el grupo de profesores sintieron que era poco sólo formarlos y mandarlos a la búsqueda de productoras que les acepten, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“Por eso apareció la idea de generar una cooperativa de gestión y producción artística que sirva como herramienta a jóvenes actores y actrices que tuviesen ganas de hacerlo”, contó Manuel Callau, referente de la entidad en una entrevista radial.

La Cooperativa El Descubridor cada año tiene que enfrentar el desafío de no contar con un espacio físico propio o fijo. “Es nuestro costado más débil, nos hace muy vulnerables, porque no tenemos donde desarrollar la escuela y mostrar nuestros espectáculos”, señaló el reconocido artista.

Sin embargo, ante esta situación de carencia edilicia, siempre buscaron establecer acuerdos con distintas cooperativas y organizaciones. “Este entretejido con otras cooperativas nos permitió ayudarnos a generar lo que es el producto de cada uno. Ya hicimos dos radioteatros, La compañía y El navegante, con radiográfica”, recordó.

Lo particular de este año es que todavía no tienen un lugar para la escuela de teatro ni para los talleres. “Esa es nuestra realidad, proyectos tenemos muchos, hicimos también una película, obras de teatro con reconocimiento internacional, como Camile, una obra a estrenar, pero aún no logramos un espacio donde hacerlo”. Como cooperativa tuvieron un encuentro al inicio de año y renovaron el compromiso de “tender puentes” y en eso están trabajando, aseguró Callau.

Entre los trabajaron que el cooperativista mencionó durante la entrevista radial estaba un programa de radio que iniciaron en pandemia, El Ágora, “nos encontrábamos con dos artistas, los domingos a la mañana y charlábamos de cosas que nos interesaban, nos preocupaban. Es un proyecto que no queremos abandonar porque nos fue muy bien, gustó mucho. Es trabajo que exige mucho esfuerzo, claridad y entra poco dinero”.

El trabajador reconoció que muchas cooperativas comienzan teniendo un espacio y de allí se organizan, en el caso de La Cooperativa El Descubridor sostuvo que es “complejo, porque es caro y hay que sostenerlo, con programación y gestión, y hay que prepararse para eso, sin dudas que da muchas satisfacciones, pero cuando hay que pagar la olla, se hace complicado”.

¿Por qué El Descubridor?
El nombre de la cooperativa representa el objeto artístico que es producto del trabajo y que no se conoce antes de que ocurra. “Es un objeto que vamos descubriendo a partir de nuestra tarea, a partir de lo que vamos haciendo, nos vamos adueñando de lo que sería nuestro producto, resultado de nuestro esfuerzo y aprendemos a generar las condiciones para que ese producto, ese hijo, pueda ser visto por la mayor cantidad de gente posible y de la mejor forma”, explicó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en Radio Nacional Viedma (Viedma, Río Negro).

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