Los trabajadores y trabajadoras de la empresa recuperada La nueva Litoraleña, se enfrentan a un nuevo revés judicial que afecta sus actividades laborales. Un fallo judicial ordena el desalojo de la fábrica que elabora tapas de empanadas dejando sin trabajo, una vez más, a los 50 integrantes de la cooperativa.

La cooperativa se formó a fines de 2015 después que la empresa Deconti SA hiciera un vaciamiento financiero. En diálogo con Radio Gráfica, en el programa Desde el Barrio, Santos Maciel, integrante de la cooperativa realizó una síntesis de cómo los y las trabajadoras pudieron recuperar la empresa y mantener su fuente de ingresos.

“En ese momento teníamos turnos de trabajo de 24 horas, pero con el vaciamiento empezamos a tener turnos de trabajo cada dos días, no llegaban las materias primas, eso nos parecía sospechoso, además que nos debían meses del sueldo”, relató Maciel. Con organización gremial los trabajadores buscaron la forma de proteger sus empleos y comenzaron los acampes en la fábrica, “Teníamos miedo a llegar un día y que este todo vacío”.

Desde ese entonces recibieron denuncias por usurpación para impedir la actividad de los y las trabajadoras, “Con apelaciones y mediante luchas obtuvimos el permiso de continuar con la actividad y con grandes esfuerzos superamos las crisis y tarifazos”, detalló Maciel.

Pocos días atrás la Cámara de Apelaciones en lo Comercial volvió a expedirse y dio un nuevo golpe a los trabajadores de la cooperativa que deben desalojar el establecimiento en el lapso de un mes y determina que las propiedades y maquinarias pasarían a remate.

Pese a los intentos y propuestas que realizaron los trabajadores de comprar la empresa con los créditos laborales (lo que les adeudan: sueldo, indemnizaciones, aguinaldo, vacaciones) que mantenía el dueño anterior, y a pesar de contar con el aval de la Ley de Quiebra, que permite realizar esta compensación, la cámara de apelaciones y el juzgado comercial desestima el reclamo de los trabajadores y decide mirar hacia un costado.

El estado de situación para los cooperativistas es grave, ya sin instancias de apelación desde la perspectiva judicial, solo buscan tiempo para poder repensar la situación y ver cómo continuar y mantener su fuente laboral.

Hoy son 50 las familias que están ligadas a La Litoraleña, que en 8 años supieron llevar adelante el trabajo de autogestión, “Nosotros solo pedimos seguir trabajando, no queremos que nos regalen nada, por eso pedimos que algún funcionario pueda acercarse a la fábrica, para ver como trabajamos y buscar alguna solución”, concluyó Maciel.

Fuente: Radio Gráfica.