“La Cooperativa de Trabajo Dejando Huellas se formaliza en la localidad de Montero, Tucumán, donde recibimos la matrícula nacional y provincial. Nos dedicamos a la ayuda del adulto mayor en hospitales, sanatorios, clínicas e internaciones domiciliarias. Contamos con el apoyo de las obras sociales, como el PAMI que nos acompaña con el tratamiento domiciliario y todas las familias de acá de Concepción que colaboran en la contratación del personal”, comentó la presidenta de la empresa social, Ester Bustamante.

La Cooperativa de Trabajo Dejando Huellas Ltda., ubicada en Concepción de Tucumán, está integrada por alrededor de 50 enfermeras, enfermeros y cuidadores especialistas. Atiende a más de 40 pacientes a partir de solicitudes que reciben de distintas organizaciones relacionadas con la salud, de profesionales de la salud, de geriátricos, así como también recomendaciones de familiares que han utilizado su servicio: “Nuestra tarea específica es el acompañamiento del adulto mayor. como empresa nuestro objetivo social es solidario, brindar un servicio de cuidados domiciliarios que permitan satisfacer las necesidades de la comunidad y a su vez generar una fuente de trabajo digno en donde los derechos de los y las asociadas de la cooperativa sean promovidos y respetados”

Desde la Cooperativa, afirmó Bustamante, “nos proponemos determinar pautas del cuidador domiciliario del adulto mayor y persona con discapacidad de acuerdo con las características existentes. Promovemos la autogestión de la persona. Una de las claves de nuestro servicio es el entretenimiento de la persona a cargo del cuidador, esto implica conocer y comprender no sólo su situación sino también sus intereses, para poder contribuir y alcanzar la mejor calidad de vida posible, la generación de este vínculo es el pilar fundamental en el trabajo de los cuidadores”.

Sobre las cualidades que buscan a la hora de buscar nuevos integrantes para la Cooperativa, detalló: “Más que nada la calidad humana, la calidad de ser humano y de persona. Que tenga la vocación, porque muchas veces no se trata de la certificación que uno tenga sino del tiempo que estás dispuesto a brindarle al adulto mayor”.

“Para nosotros acompañar es el control sostenido y el saber escuchar al ser humano. A veces tenemos al lado a seres humanos que no son escuchados por su propia familia o son excluidos por la propia sociedad. Hay que brindar cariño, dar un abrazo o simplemente una mirada que a veces dice más que mil palabras. Si sabemos escuchar, podemos abrir puertas. Y si nos expresamos, ya sea bien o mal, alguna respuesta vamos a tener. No quedarse callado, hablar, decir lo que nos está pasando, si estamos bien o mal para mejorar nuestra calidad de vida. Más aún en el adulto mayor, y eso es lo importante”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por Radio comunitaria La Montonera (Jachal, San Juan).