En su publicación n° 4, la revista Atizar entrevistó a la integrante de la Cooperativa de Provisión para Regantes Loro Huasi Limitada, Estela Yapura, organización de los Valles Calchaquíes en el noroeste argentino. Reproducimos textualmente el material, agradeciendo a la Cooperativa de Trabajo Cachalahueca Limitada, que remitió el material.

¿Qué necesidades detectaron inicialmente para constituirse como una Cooperativa de Regantes?

Principalmente, fue la de realizar una perforación de un pozo de agua para riego que les permita a los productores de la zona contar con una provisión permanente para mantener sus cultivos. En ese entonces, los vecinos y vecinas de Loro Huasi Norte sostenían sus vidas con la producción de sus fincas cultivando tomate, pimiento, papa, chacras, alfalfa, cebada, trigo, cebolla, ajo, también frutales como vid, duraznos, damascos, membrillos, ciruelas, tunales, higueras, nogales, manzanos y perales.

Esas cosechas abundantes se comercializaban en el mercado central de la provincia de Tucumán, siendo muy redituable la venta de los cultivos fundamentalmente, pero esto sólo podía llevarse a cabo en las temporadas que se disponía de agua en el río Santa María, es decir en los meses de diciembre a marzo, debido a las características del clima árido puneño que tenemos en el valle.

Era imposible pensar que un solo productor podía realizar los gastos para la perforación, es por eso que se constituye la cooperativa con los aportes de los 10 primeros socios fundadores y se documenta formalmente la existencia de la institución.

¿Cómo es el vínculo que se construye con la comunidad?

Los productores asociados a la Cooperativa son vecinos que poseen fincas y demandan horas de agua periódicamente, los vecinos que no son socios también pueden solicitar horas de agua pese a no pagar mensualmente el aporte societario, el precio para el socio ronda el 50% menos del que paga un vecino que no es socio, inclusive se establecieron vínculos con localidades vecinas que solicitaron agua y que tenían acceso al canal que les permita llegar al servicio.

Desde hace unos doce años hubo problemas con la disminución de la provisión de agua potable en la zona y por iniciativa del Consejo de Administración de la Cooperativa se firmó un convenio con la entonces Dirección de Agua y Saneamiento (DASI) para utilizar durante las horas del día el agua del pozo conectada a la red de agua potable y durante la noche el agua seguía siendo usada para riego por los productores, es decir que la Cooperativa fue solidaria con las necesidades de la comunidad y actualmente sigue vigente el acuerdo con las autoridades de Agua y Saneamiento (AySA).

Atravesado por la emblemática Ruta Nacional N° 40, el Departamento Santa María se encuentra en el noroeste de la provincia de Catamarca, limitando con Salta y Tucumán, pertenece a la región de los Valles Calchaquíes que se extiende por las tres provincias y cuyo clima es árido, las lluvias son escasas, solo abundan en temporada estival de diciembre a marzo, la amplitud térmica es muy amplia y el riego de las fincas se hace por manto, tomando el agua del río central del valle a través de bocatomas o barrancos que desvían el rumbo del agua por acequias que recorren las localidades, distribuida en turnos de acuerdo a la superficie cultivada.

Debido a su experiencia como organización en el manejo del agua ¿cuál es la importancia que tiene para ustedes este recurso?

El agua es fuente de vida. Si no tenemos agua no viven nuestras plantas y no vivimos nosotros. Es esencial para la existencia de los seres vivos. Sea el agua de los ríos, potable, por cañerías o traída de los pozos que por bombeo llega para regar nuestras fincas, es fundamental.

Nuestros cultivos son minifundistas, es decir de pequeños productores. En consecuencia, no utilizamos productos químicos. Se valoran por eso las viejas tradiciones, por ejemplo deshierbado a mano, o la combinación de cultivos de verano e invierno para mejorar los suelos, reimpregnando los nutrientes, siempre de manera ecológica. Los vecinos y vecinas no utilizan agroquímicos porque conocemos las consecuencias de las grandes fincas, como las bodegas aquí instaladas que los utilizan. Por eso valoramos el respeto a la naturaleza y el trabajo tradicional sobre el suelo.

¿Cómo es el funcionamiento del sistema de riego?

Los regantes de las acequias se encuentran organizados en consorcios para el mantenimiento de las acequias que en su gran mayoría no están canalizadas, demandando continuo mantenimiento y esfuerzo cada vez que se levanta el agua desde las tomas. Los consorcios dependen de la Dirección de Riego que a su vez tiene representantes locales que dependen de la Dirección de Recursos Hídricos de la provincia.

La distribución de las acequias se administra en función de la Ley 2.577 -Ley de aguas de la provincia, del año 1973- y pese al crecimiento poblacional, numerosas fincas se convirtieron en barrios y nunca fue actualizado el registro de la superficie donde aún se hacen cultivos. Las Cooperativas constituidas para la provisión de agua en los tiempos de escasez fueron un impulso de cambios tecnológicos desde su existencia porque además de mantener los equipos de bombeo y administrar la distribución, hicieron canales con piedra y cemento que permitían una mejor distribución del agua evitando las filtraciones y una menos evaporación.

Lo más valioso de la organización cooperativa en nuestro caso es la integración de los socios en reuniones periódicas para resolver los problemas en forma conjunta, apoyándose mutuamente y compartiendo el costo y esfuerzo de nuevas obras, beneficiándose en conjunto y sin privilegios particulares, rotando alternadamente en los diferentes cargos sin perder de vista el objetivo fundacional, es lo que nos permitió sostenernos con vida estos casi 55 años registrados formalmente por el acta constitutiva y el estatuto vigente.

¿Cuáles son las dificultades de la organización y qué desafíos u objetivos a trabajar a futuro para sostener a la organización?

Actualmente, nos encontramos en proceso de normalización, presentando balances y memorias atrasados porque durante el tiempo que intervino el Municipio con el nuevo proyecto de perforación la Cooperativa se debilitó en la frecuencia de las reuniones y fuimos mal asesorados por un contador que nunca nos entregó los balances por más de cinco años. Al intentar reflotar la organización recibimos recomendaciones de la Dirección de Cooperativas de abandonar la organización existente y constituir una nueva Asociación y posterior Cooperativa.

Esto movilizó a los socios y en las nuevas generaciones a los herederos de los socios quienes decidieron luchar por la continuidad de la organización que tenía matricula nacional en el INAES. Fue este organismo el que nos respaldó con asesoramiento técnico para rehacer los balances extraviados y las memorias extendiéndonos un plazo para la normalización y el registro actualizado de los socios. Estamos en ese proceso ya casi culminado y tenemos grandes sueños como por ejemplo la implementación del riego presurizado distribuido por tuberías para un uso más eficiente del agua.

También nos estamos asesorando sobre la conveniencia de instalar paneles solares para el funcionamiento de nuevos equipos de bombeo adaptados a esta tecnología ya que nuestro clima tiene una heliofanía privilegiada, es decir, el sol está presente todos los días del año irradiando con sus rayos en una inclinación ideal para aprovechar esta energía al máximo y evitarnos así los elevados costos de las tarifas eléctricas y los fallos en la distribución en la sobrecargada red de EC-SAPEM local que funciona en dependencia de la interconexión que realizó Minera Alumbrera para su funcionamiento.

Seguramente nuestros sueños necesitarán del vínculo con otras instituciones como el INTA o Agronomía de Zona para que nos asesoren y acompañen.