“Somos una Cooperativa de Educación que no somos escuela con el objetivo de abarcar ámbitos educacionales”, explicó a modo de presentación la actual secretaria de la Cooperativa de Trabajo para la Educación Tekoá Ltda., Verónica López.

Y luego amplió: “Todas somos docentes y mujeres, por ahora, no es por una cuestión de género, sino que así se fue dando desde que se fundó. Siempre veíamos cosas que el sistema no hacía y (a nosotras) nos gustaría hacer, así nació Tekoá. Somos la única Cooperativa de este estilo en Entre Ríos hasta ahora”.

Si bien la fundaron en 2015, tenían una historia previa porque entre 2005 y 2015 formaron parte del área de Extensión Educativa de la Dirección Departamental de Escuelas de Concordia; con el recambio gubernamental decidieron dar a luz la organización asociativa: “Es que nos encantaba lo que hacíamos y decidimos continuarlo, la idea es abarcar temas educativos como culturales. Cuando hicimos el proyecto que presentamos al INAES quedó abierta la posibilidad en algún momento de ser escuela si es que lo deseábamos, pero no está dentro de nuestros objetivos inmediatos”, dijo con sinceridad en diálogo con El Portal de las Cooperativas.

La pedagoga desarrolló los mecanismos de trabajo que disponen: “Trabajamos con los ámbitos de nuestra profesión casi todo dentro del área de las ciencias humanas, de las lenguas extranjeras, el arte, trabajamos con estimulación cognitiva para adultos. Dentro de esa propuesta que habíamos presentado (al INAES) una parte recién pudimos concretar a partir de este año que son los viajes educativos, que no son para estudiantes sino para personas adultas interesadas en la cuestión histórica, o futuros docentes o los mismos docentes para que conozcan y tengan acceso a lugares de Entre Ríos o cercanos, porque estamos empezando incipientemente con toda la cuestión que tiene que ver con la geografía, el medio ambiente, la historia… son viajes educativos y culturales”.

El financiamiento

¿Cuáles y cómo son los ingresos? “Son básicamente lo que nosotros generamos, si vendemos un viaje y ahí tenemos un porcentaje que queda para nosotros. Tenemos un curso que hace varios años que lo damos -inglés para viajeros-, los que van haciendo ese curso van abonando… Estimulación cognitiva para adultos es un taller que hace 5 años que lo hacemos; tenemos capacitaciones docentes; nos contrató un gremio para escribir un libro sobre algo que ellos les interesaba”.

La diversificación alcanza otras tareas, tales como la contratación de la Comisión Administradora para el Fondo Especial Salto Grande (Cafesg), donde “hace varios años que damos capacitaciones para docentes que tienen que ver con nuestras especializaciones. Somos especialistas en Pedagogía, en Didáctica, en Gestión Institucional. Vamos trabajando en todas esas áreas que son específicas para docentes, pero también abarcamos otros aspectos”.

Con respecto a la certificación de esas capacitaciones dijo que “algunas tienen validez del Consejo General de Educación (CGE) y otras no, ahora estamos integrando la Cámara Argentina de Educación No Formal, y eso nos da validez nacional”.

López se tomó el tiempo para explicar que se les volvió muy engorroso trabajar con el CGE, pero que “al principio lo intentamos y como nosotros veníamos de una gestión política, en fin, decidimos desistir porque nos desgastamos en trámites que no nos reditúan a nosotras. No obstante, algunas capacitaciones tienen el aval del CGE porque las gestionan las mismas instituciones que nos contratan como la Cafesg, o la misma Municipalidad de Concordia. Pero nosotras hemos ido apuntando a un público que no necesariamente necesita la certificación para el Consejo de Educación; por ejemplo, hay gente que hace el curso de lenguaje básico de inglés, y lo necesita para presentar en una empresa, la certificación nuestra es nacional, a ellos no les importa si está avalado o no por el CGE. Estamos trabajando básicamente en esas áreas. También tenemos varios alumnos del CTM (Comisión Técnica Mixta) porque les pagan los cursos”.

Vocacional y la política de los afectos

“Somos todas docentes, vivimos de la docencia y esto es más por amor al arte, por amor hacer cosas diferentes en la educación que a veces le cuestionamos al sistema, somos todas muy formadas, muy estudiosas, entonces sentimos placer con esto que hacemos y hacemos otras actividades. No vivimos de esto, pero sí tenemos la idea de aportar a la formación cultural de nuestra ciudad: ese es como nuestro objetivo, y el cooperativismo nos resulta agradable y satisfactorio trabajar en esto”, enfatizó.

Sobre la cantidad de integrantes dijo que han oscilado entre 6 y 9 integrantes, “la integración se hace a principios de año, durante 2023 tuvimos dos chicas que trabajaron como adherentes para ver cómo funciona la cooperativa, pero a partir del año que viene sí se van a integrar. Así que seremos ocho, pero nuestra intención no es ser mucho más que este grupo de hasta nueve que es lo máximo que llegamos a ser”.

Virtual y presencial

Sobre las capacitaciones dijo que trabajan de manera presencial y de manera virtual, y también tienen producciones escritas “para las estimulaciones cognitivas para adultos mayores tenemos producción de cuadernillos que los vendemos, y con la virtualidad en inglés se trabaja mucho de manera virtual al igual que formación docente también, no así con adultos mayores que ahí sí es presencial porque obviamente es otro público”.

“Hemos dado cursos en Chajarí, Federación, Federal, Villaguay, Villa Paranacito, Cerrito y en distintos lugares de la provincia donde nos han ido contratando, ahí de manera presencial”, relató.

Sueños que se concretarán

Conformar un observatorio de Educación no gubernamental “lo tenemos como a largo plazo”. La docente y cooperativista reconoce que para su puesta en marcha no alcanza con el voluntarismo, “ahí sí necesitaríamos otro tipo de apoyo económico para hacer un observatorio educativo no estatal. Porque hemos trabajado bastante en eso, pero nos cuesta mucho por más que tengamos mucha experiencia en investigación, abarcar el campo es muy difícil y necesitamos recursos que no tenemos… Con el observatorio trabajamos muy bien durante la pandemia haciendo informes sobre lo que estaba sucediendo en la ciudad. Lo que nos interesa es que siempre sucede que la teorización sobre educación es de otros territorios y a nosotras nos interesa lo situado, cuál es la realidad de Concordia y a teorizar sobre la educación situada”.

Este grupo de mujeres se plantea un trabajo en equipo, apuntando a subir la vara, a mejorar y evitar los conformismos, e innovar. Crear un observatorio de investigación educativo haciendo hincapié en su propia ciudad, donde viven y sueñan con mejorar… ¡qué mejor que hacerlo desde la educación!