Desde 2001, apicultores de Rauch enfrentan juntos los desafíos de su oficio. Hoy, con sede propia y una red regional, producen y exportan miel de calidad, abasteciendo el mercado interno y externo. En alianza con el INTA, defienden la miel como alimento puro y natural, mientras afrontan las dificultades del mercado cambiario y sueñan con nuevas oportunidades para la apicultura argentina.

La Cooperativa Apícola de Rauch Ltda. llegó a los 20 años de existencia, pero el grupo de trabajadores apícolas que la conforma lleva desde el año 2001 agrupándose y combatiendo problemas comunes, como la muerte de las colmenas y las enfermedades en las abejas.

Entendiendo que la apicultura aporta al desarrollo local de la comunidad, dieron sus primeros pasos que, tiempo después, le permitieron presentar proyectos, comprar nuevo equipamiento, adquirir un terreno en el sector industrial de Rauch y comprar material, lo que culminó en la materialización de una sede propia.

“La miel se vende a granel en tambores de 300 kilos, que son los tambores de 200 litros, pero la miel pesa eso. La pandemia nos favoreció para aumentar el consumo interno, se exporta el 95% de la miel y el 5% restante es lo que se consume”, comentó el presidente de la empresa social, Emilio Tisera.

La Cooperativa la brinda al asociado todos los insumos necesarios para la producción, como los tambores, el azúcar y los medicamentos, la venta de miel a través de la Cooperativa y la posibilidad de tener su propia marca de miel.

El trabajo en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) les permitió conformar una red de Cooperativas apícolas de la región. “Trabajamos la miel como un alimento. Hay que ser conscientes que la miel es un alimento, no tiene ningún aditivo, se saca de los campos y hay que cuidarla en el transporte hasta la sala de tracción y tratar de que en ninguno de esos pasos se contamine porque la miel se consume en estado crudo”.

Desde Rauch auguran que este año va a haber una gran cantidad de miel en Argentina, aproximadamente unas 100 toneladas, siendo la provincia de Buenos Aires la que produce el 70% de la miel del país. “Las condiciones no son las mejores porque dependemos de un dólar divisa para exportar, y eso hace que el apicultor no lo vea reflejado en el bolsillo”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en el programa En la misma vereda, en radio FM del Sol (Mar del Plata, Buenos Aires).

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