La Cooperativa Apícola del Paraná Ltda. tiene su planta de procesamiento en la localidad de La Picada, a 20 km de la capital entrerriana, Paraná. Surgió en 2005 luego de la “crisis de los nitrofuranos”, cuando se detectó en Europa que se utilizaba esta sustancia cancerígena en los procesos de tratamiento y producción de la miel argentina. “Empezaron a reunirse los productores para buscar alternativas de lo que se podía hacer, y ese fue el puntapié inicial para la constitución de la Cooperativa”, relató Jorge Pitter.

Sobre la falta de hábito de consumo interno el productor sostuvo que “no es ni bueno ni malo, aunque lo ideal sería que se comercialice de manera local. Es tan bajo el consumo acá que no queda otra (que exportar), si tuviésemos el nivel de consumo de países desarrollados no tendríamos excedentes y sería más sencillo. De todas maneras, mantenemos presencia en el mercado interno, que en nuestro caso es el 20% de la producción, le vendemos a fraccionadores”.

Ante el requerimiento periodístico de El Portal de las Cooperativas sobre las causas del bajo consumo expuso: “Por un lado, es un producto que el argentino no está acostumbrado a consumirlo; por otro lado, hay alternativas más económicas por la realidad de nuestro poder adquisitivo. La gente elige productos más económicos como la mermelada”.

“Se han hecho algunas promociones para el consumo de miel, incluso en los últimos años se notó un leve incremento, eso es producto del acompañamiento de algunas acciones que incentivaron el consumo. Por ejemplo, se ven los programas de cocina que se transmiten por televisión en los que cada vez se usa más la miel como producto, cosas que en otros países ya es muy común desde hace mucho tiempo: el año pasado estuve en Estambul (Turquía) en una feria, y allí la miel es omnipresente en la cocina y en el consumo”.

Sobre la incidencia de los precios internacionales, Pitter señaló que no les queda otra cosa que acostumbrarse y adaptarse, “hace dos o tres años tuvimos una situación distinta en la que los precios estaban más altos que ahora; hoy los contratos a nivel internacional para las mieles oscuras, que son las que se producen en Entre Ríos, están rondando los 2000 dólares la tonelada, y en ese momento se llegaba a 3600 o 3700 dólares”. Eso provoca que retraigan las inversiones, la renovación de equipos de trabajo y herramientas.

Desde la Cooperativa Apícola del Paraná no le aplican valor agregado a la miel, pero sí se lo venden empresas que lo hacen, desde aquellas que fraccionan y otras que fabrican productos como el caso de una fábrica de barritas de cereales que está en Jujuy. “Últimamente estamos viendo con otras empresas de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo Cachafaz, que son empresas que se están abriendo un poquito para fabricar con mieles nuestras, esa es la idea queremos ir hacia ese nicho”, reflexionó al final de la entrevista.