Prestadores de servicios agropecuarios e industriales cuentan cómo utilizan el factor climático para reorganizarse y preparar la próxima cosecha.

La Cooperativa Agropecuaria e Industrial Valle del Chubut Limitada se fundó el 23 de septiembre de 1953, fue pionera en su actividad y de las primeras Cooperativas de producción en conformarse legalmente en nuestro país. Está radicada en la localidad chubutense de Gaiman y abastece de servicios a “todo lo que es el valle inferior del río Chubut, cubriendo las necesidades de los productores de Gaiman, Dolavon, 28 de Julio, Trelew y Rawson”, relató la secretaria administrativa de la Cooperativa, Moira Torne.

Contó, en diálogo con El Portal de las Cooperativas, que tienen cien asociados y se dedican a los “servicios agropecuarios como compras de insumos, compras colectivas de semillas, fertilizantes, algunos insumos para la actividad agropecuaria y servicios de siembra directa, pulverización y cosecha de maíz y sorgo”.

Mencionó que tienen maquinaria adquirida mediante distintos convenios con instituciones nacionales y provinciales, que les permite “brindar un servicio de siembra y cosecha, tanto para los productores asociados como para los que no lo son, porque el espíritu de la cooperativa es estar a disposición del productor local”. Aunque aclaró que en el caso de los asociados, los mismos tienen “un valor diferenciado, ya que el productor que es socio paga un 20% menos”.     

Torne señaló que “la historia de la Cooperativa da para hacer un libro”, donde se pueden relatar historias sobre situaciones atravesadas “algunas muy buenas y otras muy malas también”, advirtió. Mencionó entre las etapas más duras “la década del ´90”, pero diferenció la situación actual de todo lo vivido anteriormente al decir que la pandemia y sus consecuencias son “algo inédito”.

Refirió también que “hay algunos socios viejitos que nos contaban que en la década del ´50, cuando hubo un brote de polio, se pidió desde el estado nacional y las autoridades sanitarias que la gente se resguardara y que no salieran, por lo cual tuvieron que estar aislados. Pero la realidad es que esto que estamos viviendo no tiene precedentes”.

Al comienzo de las restricciones por la pandemia, contó que se encontraba en el inicio de “la cosecha de maíz, son 150 hectáreas que nos llevan unos 45 días de trabajo. Nosotros accionamos todos los mecanismos, accionamos un protocolo porque estábamos dentro de las actividades exceptuadas y obviamente hubo algunos productores que prefirieron bajarse por cuidarse, por prevención o por no compartir nuestro protocolo. Pero tratamos de hacer todo de la mejor manera posible y aunque no fue fácil, la cosecha se realizó”, relató la cooperativista.

Finalmente, refiriéndose a la situación actual, comentó que estaban realizando tareas de nivelación, movimiento de suelos y siembra de pasturas, alfalfa, forraje; cuando el tractorista se contagió de Covid 19 realizando una actividad como bombero en la localidad de Gaiman. Esa situación los llevó a tener que parar las actividades y hoy tienen “un retraso de 15 días” en las actividades que tenían programadas.

De todas formas destacó que “nos ayuda el tiempo, porque todavía hace frío y eso hace que haya también un retraso en el momento de poder sembrar. Por eso estamos aprovechando para reorganizarnos y pensar en la post pandemia, porque esto va para largo y nosotros recién con la primavera iniciamos una serie de trabajos que se extienden hasta el otoño del próximo año”, destacó finalmente la secretaria administrativa de la Cooperativa.