Con la idea de cultivar los alimentos para el autoconsumo, desde la Federación de Cooperativas Agropecuarias Limitada de San Juan, organización que ofrece los kits de semillas y hortalizas, compartieron el calendario de fechas de siembra que brindó el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta).

Teniendo en cuenta que el Inta resalta la importancia de conocer que cada especie tiene un calendario de siembra que depende de la zona en la que se encuentra y que las condiciones climáticas condicionan el crecimiento y desarrollo de la planta, desde FecoAgro promueven una serie de recomendaciones para los meses de la temporada que comienza pronto.

En cuanto a la pregunta qué sembrar, la temporada otoño – invierno existe gran variedad de especies como la acelga, achicoria, ajo, alcaucil, apio, arveja, cebolla, cebolla de verdeo, cilantro, espinaca, habas, hinojo, lechuga, perejil, puerro, rabanito, remolacha, rúcula y zanahoria.

A la hora de sembrar, en FecoAgro sostuvieron que una pregunta frecuente al realizar una huerta, es si antes hay que hacer un almácigo para luego trasplantar. Desde el Inte, la ingeniera Verónica Mautone sostuvo que la mayoría de las especies hortícolas pueden iniciarse en almácigo. Pero, aclaró que no se recomienda en aquellas grandes y fáciles de manipular, como las habas y arvejas, o las que presentan dificultades en el trasplante como el perejil, rabanito, zanahoria, espinaca y rúcula.

Otro aspecto importante a tener en cuenta, según detalló la especialista del Inta, es el tamaño de las semillas. En este sentido, el caso de las más pequeñas como la lechuga, hinojo o apio se siembran “al voleo” por toda la superficie: mientras que, las semillas más grandes, como las habas y arvejas, se siembran “a golpe” colocando dos semillas por orificio.

Además, desde el INTA destacaron que es importante tener en cuenta varios factores al momento de diseñar la huerta agroecológica en los hogares. Uno de ellos, es la cantidad de horas de luz solar directa, cuanto mayor cantidad de horas de luz solar directa, mejor será el crecimiento y desarrollo de la planta.

Un punto decisivo es la disponibilidad de agua y las características del suelo. Por eso, según detallaron desde el Inta, se recomienda pensar que un buen drenaje y contenido de materia orgánica, mediante abonado, favorecerá el adecuado crecimiento y desarrollo del cultivo.

Al pensar la distribución de la huerta, es importante prestar atención a dos procesos, la asociación y la rotación de cultivos. Desde Inte, detallaron: “La práctica de asociación consiste en combinar, de manera simultánea, cultivos de distintos requerimientos de nutrientes según el órgano de cosecha (raíz, hoja o fruto); el tamaño final de cada planta (para evitar el sombreado de unas con otras) y la familia botánica a la que pertenecen (evitar combinar especies de la misma familia.

En cambio, la práctica de rotación se basa en alternar plantas de diversas familias botánicas y con distintas necesidades nutritivas. Esta decisión evita que el suelo se agote y que se perpetúen las enfermedades que afectan a un tipo de planta”.

Finalmente, la representante del Inta resaltó la importancia del suelo como un aliado clave. En este aspecto, señaló: “Resulta indispensable mantener la fertilidad del suelo para un buen crecimiento de las plantas y para un manejo sustentable de los recursos. A medida que cosechamos, vamos extrayendo nutrientes del suelo, por lo tanto, deberán reponerse a través de alguna práctica”.

Como última recomendación, señalaron que una práctica importante es agregar abonos orgánicos para mejorar la estructura del suelo y aumentar el contenido de materia orgánica. Y pensando en esta época, la ingeniera del Inta recomendó cubrir el suelo con material vegetal o acolchado, puede ser pasto seco o verde u hojas secas que caen en la temporada otoñal.

Fuente: FecoAgro