La Cooperativa de Trabajo Textil El Nuevo Comienzo Ltda., de Gualeguaychú, obtuvo su matrícula en noviembre de 2019, tras un año de gestionarla.

Varios de sus integrantes trabajaron en una empresa muy importante del rubro, como lo es Rontaltext, que a raíz de una crisis despidió personal. Se trata de una tintorería de hilo industrial de las más grandes del país, que en el 2018 producto del tarifazo energético cerró una de sus plantas e hizo reducciones en otras.

Ese grupo, más otros que venían de otros lugares y rubros, dieron el puntapié inicial con cursos de capacitación. Con el dinero que recaudaron producto de las indemnizaciones por despidos compraron maquinarias, “empezamos con cuatro máquinas a trabajar”, dice a El Portal de las Cooperativas su presidente y miembro fundador, Rubén Enrique Vera.

Tuvieron una puntería bárbara: arrancaron en el mismo mes del inicio de la pandemia, en marzo de 2020.

Por eso aprovecharon a confeccionar insumos hospitalarios de gran demanda en esos momentos, como por ejemplo los barbijos, no sólo se lo pedían desde el municipio sino también desde el sector privado.

“No somos una fábrica recuperada, somos trabajadores recuperados, fuimos despedidos y excluidos del mercado laboral, nos agrupamos y empezamos a trabajar de forma asociativa”, resumió Vera sobre la génesis del grupo.

Pasó la pandemia y empezaron a diversificar la producción, “hoy somos 14 trabajadores”, recalca, ellos se dividen en talleres de costura pesada y otro en costura liviana.

Entre su producción se destaca las camas o colchonetas de perros que hacen para una empresa de Paraná, “se las llama ecológicas porque el relleno es desperdicio textil de la industria de Rontaltext, que nos dona ese material”. Como tenían mucha demanda tuvieron que salir comprar ese relleno, que luego también se encareció demasiado. Ahora están en tratativas con una cooperativa de La Matanza para comprarles a ellos.

Ellos eran proveedores de la Provincia como el Municipio de esa ciudad del sur entrerriano. Ahora esperan poder reunirse con las autoridades políticas para ver si pueden acordar seguir trabajando en conjunto. Mientras tanto quieren explorar acercarse a sectores privados.

Fueron encontrando distintos programas de inclusión y capacitación laboral que aprovecharon de buena manera para ellos y otra gente que sumaron en esos tiempos.

Entre esos programas estaban los de inclusión de personas con discapacidad, que tienen plazos de renovación. Temen que con los cambios políticos y económicos no puedan hacerlo, “entre la inflación y la caída del laburo nos liquidó el tema de los salarios, no hemos desvinculado a nadie pero, hay poco para repartir entre muchos, de todos modos recibimos llamados y propuestas, nada concreto aún pero se ve que de a poquito se va a empezando a mover el mercado”.

Contó que trabajaban con muchos privados de Buenos Aires porque allá los talleres estaban desbordados en producción, pero ahora lo resolvieron y se ahorran la logística de los viajes.

Explicó que les cuesta tener valores de referencias por las subas de los precios de las telas que compraban en el barrio porteño de Once, y también conseguían directamente con importadores.

Ante la posibilidad del advenimiento de productos importados, aseveró que apuntan a “meter calidad, lo de afuera será más barato, pero de menor calidad, tenemos que apuntar a eso”.

Están vinculados a la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (Fecootra) y la Federación de Cooperativas de Trabajo de Entre Ríos (Fecootrer), así como a la Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos (Conarcoop).

Resaltó la importancia de estar federados, y mencionó el caso puntual del acompañamiento que tuvieron con el financiamiento de un proyecto puntual como lo fue el Plan Cobijar, que impulsó la Provincia y les demandó la confección de una enorme cantidad de frazadas.