La crisis económica que atravesó la Argentina por el 2001-2002 dejó huellas profundas en nuestra sociedad. Por aquellas épocas el desempleo crecía exponencialmente, el avance de la pobreza era cada vez mayor y el descontento en las calles culminó con un estallido social.

En este contexto de crisis es que surgieron las voces de los trabajadores y trabajadoras que tomaron acción y organización para hacer frente a la crisis y mantener su fuente de ingresos. Son variados los ejemplos que dan cuenta del proceso que se inició 20 años atrás donde las empresas recuperadas por sus trabajadores y trabajadoras demostraron que otra forma de gestión económica es posible.

Todo este recorrido histórico de quienes fueran los protagonistas de esta recuperación de las fuentes laborales está plasmado en el libro Empresas Recuperadas de Argentina. Ocupar, resistir y producir derechos, de Gisela Bustos. Libro que surge por una tesis doctoral en ciencias jurídicas y luego se convierte en libro, “Esto sirve para sentar precedentes sobre la labor y conquistas de las empresas recuperadas ya que en este tema hay un vacío institucional y normativo y para difundir lo máximo posible esta experiencia que nos llena de orgullo”, contó la autora que es directora de Fomento y Evaluación de Proyectos Cooperativos y Mutuales del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES).

El verdadero espíritu del libro y la tesis fue reflejar lo que sucedió en la Argentina y visibilizar la potencia que tuvieron los trabajadores y trabajadoras que decidieron organizarse para recuperar su unidad productiva. “Y mostrar el no quedarse solo en los límites de recuperar y sostener su fuente de trabajo de forma autogestionada sino también, pensaron la puesta de funcionamiento de espacios complementarios de acceso a derechos fundamentales para el conjunto de la comunidad”, contó la dirigente cooperativa en una entrevista en Mundo Hormiga por FM La Tribu.

La experiencia argentina de empresas recuperadas logró mantener fuente laboral y lograron generar nuevos espacios abiertos a la comunidad. Como la Cooperativa de Trabajo 19 de Diciembre Limitada (de la que forma parte Bustos), la Cooperativa de Trabajo Chilavert Artes Gráficas Limitada, la Cooperativa de Trabajo Unidos por el Calzado Limitada o Industrias Metalúrgicas y Plástica Argentinas (IMPA) en las que además de la fábrica lograron abrir un bachillerato popular, biblioteca popular, radio comunitaria, centro cultural, un jardín de infantes. Todos espacios autogestionados y abiertos a la comunidad.

“En lugares donde el estado a veces no llega como debería llegar con las políticas públicas necesarias y con el diálogo democrático entre los protagonistas y aquellos que integran el mundo institucional se pueden generar estos espacios. En ninguno de estos casos se deja de reconocer y exigir al estado que de las respuestas que debe dar. Pero éstas son algunas de las tantas características que hace especial a las empresas recuperadas de argentina”, mencionó la abogada, integrante del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER).

El desafío para todo el sector de empresas recuperadas y para todas aquellas Cooperativas es poder mantenerse y lograr el reconocimiento institucional y sobre tema, bustos fue contundente “Tenemos que ir a conquistar lo que quedó pendiente, dar respuesta a lo urgente como siempre, pero dar respuesta a lo estratégico como a los reconocimientos institucionales. Está la tarea pendiente de tener una normativa a nivel nacional que reconozca el proceso y le dé protección y promueva la potencia que esta experiencia encarna”.

Desde el movimiento nacional de empresas recuperadas buscan avanzar concretamente para que el proyecto de ley de recuperación de unidades productivas se convierta en ley, “Lo presentamos el 5 de mayo en el congreso, esté proyecto recupera el proyecto histórico y además tiene el agregado de valor de la experiencia de las empresas recuperadas como parte de la economía social solidaria y popular. Debemos generar y pelear por resortes institucionales, en este caso una ley que se genera en el diálogo, no sólo por legisladores, porque fue algo penado también por los compañeros del sector. Eso es lo que necesitamos, estamos obsesionados en logarlo”, concluyó Bustos.

Al día de hoy no hay una normativa que reconozca esta experiencia a nivel nacional, por eso la lucha del sector se mantiene firme.

Fuente: Mundo Hormiga FM La Tribu.