En el noroeste chaqueño, la Cooperativa de Provisión de Servicios Públicos Contraalmirante Gregorio Antonio Portillo Ltda., de Juan José Castelli, lleva más de siete décadas acompañando el crecimiento de la comunidad. Lo hace desde un principio fundacional que trasciende los números, el espíritu solidario.

“Las cosas se enlazan no solamente con recursos, sino también con corazón”, sintetizó su presidente, Agustín Detzel, al hablar del camino recorrido por una institución que supo adaptarse a los tiempos y estar atenta a las demandas de sus socios y usuarios.

Castelli, cabecera del departamento General Güemes, cuenta con alrededor de 70 mil habitantes. Allí, la cooperativa brinda distribución de agua potable por red a unas 16 mil familias, siendo un servicio esencial en una zona donde las condiciones climáticas suelen ser adversas.

Sin embargo, la cooperativa no se detuvo en ese objetivo inicial. Con el paso de los años, fue incorporando nuevos servicios para dar respuesta a las necesidades de sus socios y usuarios. “Antes existían tres o cuatro casas comerciales que brindaban el servicio de sepelios, pero los costos eran altísimos. Entonces hicimos un proyecto cooperativo y hoy quedamos como únicos proveedores, con una cuota accesible de 1.500 pesos por mes para cada familia”, explicó Detzel.

Para el cooperativista, estas experiencias dan la pauta, que cuándo es más fuerte el espíritu solidario que los números, no se puede ir en contra de un sistema cooperativo.

Además, la cooperativa implementó un servicio de distribución de gas, buscando siempre facilitar el acceso a bienes esenciales: “No siempre tenemos que estar esperando que el Estado nos solucione los problemas. A través del esfuerzo mancomunado y el espíritu solidario podemos resolver nuestros propios desafíos”, destacó.

El dirigente reconoce que el contexto actual no es fácil: “En el último tiempo muchas cooperativas han quebrado, pero la nuestra se mantiene porque aprendimos a adaptarnos. Como decía Darwin, no perduran las especies más fuertes o más inteligentes, sino las que mejor se adecuan a los cambios. Lo mismo pasa con las cooperativas”.

Esa capacidad de adaptación, sumada a la vocación de servicio, es lo que permite a la Cooperativa de Castelli continuar creciendo. “No nos quedamos solamente en vender agua y cobrar, sino que tratamos de cubrir algunas demandas que tiene nuestro socio y usuario, para garantizar algunos derechos que el Estado, por distintos motivos, no llega”, concluyó Detzel, reafirmando el espíritu que mantiene viva a la cooperativa.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en Radio Los Toldos (Los Toldos, Buenos Aires).

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