“La permacultura nos llevó a cuestionarnos las diferentes áreas de la vida”, así define Constanza Angiolini la historia de la Cooperativa de Trabajo Artístico y Permacultural Ltda. Reciclando Utopías. Surgida en Río Ceballos, la organización nació del encuentro de artistas interesados en promover el reciclaje y la ecología. En su espacio se realizan talleres artísticos y culturales como percusión afro, poesía, narración, pintura, danza, murales de barro, biodigestores, calefón solar, estructuras geodésicas, baños secos. También se pueden encontrar sus producciones de alimentos orgánicos que fomentan una alimentación consciente y saludable.

“Hubo algo que nos llamó a dejar de tirar, entonces decidimos dejar de tirar y eso fue y es un viaje de ida porque realmente es muy difícil, está todo preparado para que tiremos. Entonces cuando nosotros decidimos dejar de tirar para hacernos cargo desde todo lo que entraba y todo lo que entra hasta hoy, seguimos procesando cosas que entraron hace muchos años”, relata sobre el proceso en la organización, que incluyó cambiar algunos hábitos de consumo. De este modo, fueron “aprendiendo que se recicla, que no, porque uno cree que lo seco y lo húmedo y lamentablemente hay muchísimo material que no se recicla entonces ahí te empezás a cuestionar cómo lo podés equiparar”.

Sobre la relación con la permacultura, Angiolini cuenta que cuándo llegaron a Río Ceballos descubrieron que el concepto era mucho más amplio y que integraba el reciclaje, pero también mucho más. “En ese momento nos permitió animarnos a algo más grande, que realmente creo que no teníamos tanta dimensión de lo que era. Realmente sigue siendo un viaje de ida y de aprendizaje continuo y siempre va mutando cada vez se va ampliando más”.

Con el paso de los años y el trabajo, la Cooperativa se fue ampliando a diferentes actividades: “Encontrarnos acá en el monte con un montón de alimentos orgánicos que compramos en una compra comunitaria nos hizo decir ‘esto tiene que llegar más gente’ y ahí empezamos a abrir más para el lado del alimento, pero desde ese lugar de agradecimiento y expansión y después te vas encontrando mucho con la bioconstrucción y llegas a la cultura, por ejemplo. Entonces, se trata de la integración de las diferentes áreas, de cómo se relacionan entre sí y venimos desarrollando algunas veces más sobre una cosa, otras veces más sobre otra, nos dejamos llevar”.

Por otro lado, Angiolini explica que siempre tuvieron como horizonte la construcción de comunidad. “No significa que seamos comunidad porque vivimos todos juntos en un mismo terreno, pero sí estamos todo el tiempo interrelacionando o generando pequeñas grandes comunidades, que a la vez se relacionan entre sí. Todos los que la hacemos desde los productores hasta la gente que viene se terminan haciendo literalmente amigos. Se termina transformando, porque se moviliza y se interpela como nos pasó a nosotros y de repente se transforma en productora. Los procesos son en gran parte comunitarios”.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por Radio comunitaria La Montonera (Jachal, San Juan).