Este alimento de calidad llega a nuestras mesas gracias al trabajo artesanal de los y las apiculturas. La producción apícola es una actividad noble que se desarrolla en casi todo nuestro territorio y ocupa una gran cantidad de mano de obra. Hay familias enteras que llevan adelante este tarea, hay hombres y también mujeres. Te preguntaste alguna vez cómo es la vida de una productora de miel y cooperativista Argentina.

Elsa Diana Aguirre tiene 50 años y nació en la localidad de Loreto, a 200 kilómetros aproximadamente de Corrientes Capital, sobre ruta Nacional N 118. Es Profesora de Educación Primaria, apicultora y cooperativista, entre otras actividades que realizó en el transcurso de su vida. Actualmente, se desempeña como vicedirectora de la escuela que es cabecera de su localidad, cuenta con 28 años en la actividad educativa y también es secretaria de la Cooperativa Apícola Eirete Pora Limitada donde es socia fundadora, durante algunos años fue presidenta y otros vicepresidenta. Hoy preside la Asociación Civil Cámara de Apicultores de la Provincia de Corrientes, una asociación recientemente aprobada, en época de pandemia.

En el año 2007 la cooperativa comenzó con la producción de miel con la marca registrada “El Chical”con doce asociados. “En las mejores épocas de cosecha llegamos a exportar miel a granel a Francia con las demás cooperativas, que eran nueve en total, todas de la provincia, haciendo punto de partida desde la Cooperativa Agropecuaria y de Electricidad de Monte Caseros Limitada. Pero debido a múltiples inconvenientes que se presento en estos últimos años en el sector apícola -como inundaciones, sequías, incendios y obviamente quemas de las colmenas. en nuestra Cooperativa bajó considerablemente la producción de miel”, contó Diana.

La entidad crece, luego de varias reuniones con productores que trabajan en la producción de plantas ornamentales bajo tendaleros, se asociaron y hoy suman 38. En relación a este tema Diana detalló: “Nuestra institución esta en una instancia de cambio de denominación de apícola a agropecuaria entro otros puntos del Estatuto Social que ya fue presentando al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) con todas las documentaciones pertinentes”.

La Cooperativa trabaja con productores de plantas ornamentales. Durante la pandemia, lograron que se apruebe un proyecto presentado al Programa de Inserción Económica de los Productores y Familiares del Nordeste Argentino (Procanor) con ayuda del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

“El ingeniero Alejandro Kramer, Héctor Bechardo y demás colaboradores hicieron posible el trabajo, la presentación y aprobación del proyecto. Se ejecuto bajo la supervisión del Instituto de Desarrollo Rural de Corrientes (Idecor), con su titular Vicente Picco y el contador Rodolfo Kunz y demás colaboradores; entre las tres instituciones trabajamos para que se pudiera realizar trece perforaciones a los asociados, en sus respectivas parcelas; instalación tendaleros, coberturas metálicas, insumos varios; muro perimetral del local de la cooperativa y una compra de un camión”, detalló la cooperativista.

El recorrido de Diana dentro de la economía social y solidaria es extenso, comenzó como secretaria en distintos sectores dentro de la cooperativa, también colaborando en diferentes sectores tanto dentro del Consejo de Administración como en el ámbito en general, como por ejemplo desempeñarse como conductora de camión entre otras tareas. Representa a la cooperativa cuando sus tiempos se lo permiten en las reuniones de la Federación de Cooperativas de Corrientes, ya que su entidad es federada y forma parte del Consejo de Administración y en las del INTA.

Como si esto fuera poco ella además trabaja y tiene sus colmenas junto a Antonio Loreto Román, un colega apicultor y tendalerista, com quien realizan junto con otros apicultores la multiplicación de colmenas, el cuidado y trabajo en el campo en general: cosecha de mieles, extracción, entre otras, ella trabaja a la par de sus compañeros.

Más que por suerte, por mérito y trabajo Diana es reconocida en nuestro país. En nombre de las Cooperativas Apícolas de la Provincia de Corrientes, recibió el XIII Premio Otorgado por Argentina “A la calidad agroalimentaria” relacionado con la miel, en la cuidad autónoma de Buenos Aires, en la sede del Automóvil Club Argentino, en el año 2016, junto a las autoridades de las otras cooperativas correntinas. También fue nominada en su localidad a “Mujer Mbarete”. Y en octubre del 2021, desde Mujeres Rurales Argentina fue nominada a los Premios Lía Escalada que en marzo de este año se conocerá quienes serán elegidas dentro de las nominadas a la Mujer Rural Argentina.

“Toda mi vida trabaje y en mi infancia bastante, en cosecha de sandia en pleno verano y tirar sandia a los camiones, carpidas, cosechas de maíz, tabaco, entre otros muchos trabajos de campo, pero eso me hizo fuerte. Yo nunca le di artículo a lo que pudieran decir de una mujer, siempre se lo demostré con trabajo, tanto en mi infancia como en la actualidad como apicultora. Yo sola me posicione en el lugar igualitario junto a los demás (hombres). Pero si celebro que muchas mujeres que en su tiempo (antes) no le han dado su lugar que corresponde, hoy se lo valore y que demuestre sus distintas aptitudes”, contó Diana.

Si bien estos últimos años fueron difíciles para Argentina primero por las deuda que dejó el anterior gobierno neoliberal que perjudicó al pueblo y que hoy obliga a negociar con el FMI y en segundo lugar con la llegada del coronavirus que aún hoy continúa generando muertes y crisis económica a nivel mundial, todo esto no es un impedimento para una trabajadora como Diana quien a pesar de las complicaciones que puede encontrar sigue proyectando y apostando: “La perspectiva es seguir creciendo como institución, esa es la idea y, además, están dadas las condiciones para ello (…) con el trabajo cooperativo, o sea con las instituciones cooperativas fortalecidas, tenemos el camino para ver crecer nuestra amada patria: Argentina”.

Fuente: Rescoldo.