El presidente de la Cooperativa Agrícola de Colonia Liebig Limitada, Orlando Stvass, aseguró, en plena crisis ígnea en Corrientes, que no existen precedentes en las últimas décadas de la magnitud de la problemática “por los incendios y la falta de agua”.

“Corrientes es un desastre y estamos desesperados. Se está devastando la provincia “, dijo en una nota televisiva. Stvass es consejero además de la Federación de Cooperativas de Corrientes y de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro).

Sobre la yerba mate, producción primaria de Colonia Liebig Limitada, dijo que si bien este año la materia prima está asegurada “porque debe estar de 9 a 12 meses estacionada; la yerba está en una situación compleja. En Corrientes ya hemos perdido un 60% de la producción para el 2023”.

“Se están muriendo las plantaciones nuevas que tienen desde 0 a 10 años. Los últimos años tuvimos buenos precios que pudimos trasladar a toda la cadena de valor y así aplicar tecnología, pero esas inversiones también se están perdiendo. Nos pegó durísimo, esto nos hace volver 10 años atrás, porque el proceso de producción lleva tantos años que los productores no tienen ganas de insistir”, agregó.

Pérdidas

Coninagro publicó un estudio con números provistos por técnicos y productores que cuantifica los serios daños que están padeciendo en Corrientes y Misiones con respecto a esta crisis en las economías productivas.

Las pérdidas son de 5 mil millones de pesos para el sector arrocero, en tanto que, por la seca de yerbatales, dimensionando solamente las plantas, ese sector ya perdió 472 millones de pesos (se calcula que fueron afectadas plantas de 0 a 10 años de edad en unas 1.200 hectáreas a 400 mil pesos la hectárea).

Por su parte, la ganadería estima pérdidas por disminución de producción que alcanzan los 3.500 millones de pesos, y la mortandad de animales se estima en 70 mil cabezas, lo que supone 5.200 millones de pesos perdidos. Además, vale considerar que cada punto de preñez menos son 20 mil terneros menos en la provincia, lo que implica 9.600 millones de pesos en total.

En un sector también ampliamente cooperativo en la provincia como el citrícola, las pérdidas son hasta febrero de $1.800 millones de pesos. Se pierden accesos a mercados por mala calidad (calibre de fruta), peligran las cosechas de otoño (limón) y primavera, además las plantas jóvenes se están secando.

Fuente: Prensa Coninagro.