La industria láctea argentina suma un nuevo eslabón en su cadena de valor con la puesta en marcha de una planta procesadora de mozzarella en Tandil. El establecimiento, equipado con tecnología europea, tiene capacidad para transformar hasta 150 mil litros de leche diarios, equivalentes al 50% de la producción local que antes se transportaba a más de 500 km para su industrialización.

El proyecto de la Cooperativa Agropecuaria de Tandil Ltda. (Coopagro) demandó una inversión de 14 millones de dólares, financiada con capital propio y un crédito del Banco Nación. Las instalaciones cuentan con maquinaria alemana e italiana, montada por una empresa de Rafaela. La planta operará inicialmente con 30 mil litros diarios, escalando progresivamente a tres turnos de trabajo.

“El objetivo es diversificar mercados, tanto externos como internos”, explicó un representante de la Cooperativa Coopagro. Brasil aparece como destino prioritario, ya que absorbe el 18% de las exportaciones argentinas de este producto. La iniciativa busca capitalizar las ventajas competitivas de procesar la materia prima en origen, evitando costos logísticos y agregando valor a la producción tambera local.

La estrategia comercial incluirá alianzas con otras entidades del sector para acceder a circuitos de distribución ya establecidos. “No somos una industria láctea tradicional, sino una cooperativa que amplía su portafolio”, aclararon los responsables. El modelo apunta a mejorar los ingresos de los productores mediante precios más competitivos.

Esta iniciativa se enmarca en una trayectoria de más de ocho décadas de agregado de valor a la producción primaria. Anteriormente, la misma organización había desarrollado plantas de alimentos balanceados, expeller de soja, molienda de maíz y fabricación de snacks.

“La lechería enfrenta crisis recurrentes, pero sigue siendo un sector promisorio”, señalaron los impulsores. Si bien reconocen que el proyecto no resolverá todos los desafíos de la cuenca Mar y Sierras, confían en su aporte para fortalecer la competitividad regional.

El lanzamiento ocurre en un contexto donde la industria láctea nacional busca expandir su presencia internacional. Argentina exporta actualmente más de 30 variedades de quesos, siendo la mozzarella una de las más demandadas.

Técnicos del establecimiento destacaron que la tecnología implementada permite alcanzar estándares de calidad exigidos por los mercados más competitivos. El proceso incluye sistemas de pasteurización, estandarización y moldeo automatizado, con controles de calidad en cada etapa.

La puesta en marcha generará empleo directo e indirecto en la región, además de dinamizar la actividad tambera. “Creemos en el crecimiento como única vía para sostener el sector”, concluyeron los responsables, marcando una apuesta clara por la industrialización local.

Fuente: Bichos de Campo.

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