Se trata de un plan para aplicar acciones a problemas de dominio y de acceso al crédito para la producción.

Los viñateros y viñateras de Mendoza podrán acceder a subsidios que les permitan ordenar los papeles de sus propiedades para luego poder suscribir a diversos beneficios que ofrece el estado.

La Asociación Viñateros de Mendoza, entidad que nuclea a gran cantidad de trabajadores y trabajadoras de viña de la provincia, fue seleccionada para potenciar un proyecto destinado al apoyo concreto de productores vitivinícolas. Este proyecto se obtuvo en el marco del Programa de competitividad de economías regionales del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.

En diálogo con El Portal de las Cooperativas, Eduardo Córdoba, el presidente de la Asociación de Viñateros de Mendoza, brindó detalles del proyecto: “Al estar en contacto con productores de las distintas zonas de la provincia, vimos que, en gran medida, tienen un problema con sus títulos de propiedad. Al no estar con sus papeles en orden, no les es factible acceder a beneficios que lanza la provincia o la nación, o a créditos con tasa subsidiada; incluso con tasa cero, que hay algunos casos que así ha sido. Entonces detectamos que ese era uno de los principales problemas. Y en eso se basó nuestro proyecto y por eso fuimos seleccionados”.

En una primera instancia, el proyecto está orientado al Departamento de San Rafael, donde la Asociación pretende trabajar en conjunto con el municipio de esta localidad para tener un punto de encuentro con las y los productores. Eduardo Cordoba contó que ya están trabajando en la zona: “Nuestros ingenieros están relevando productores con esta problemática para luego informarles cómo se hace para acceder a este subsidio y que puedan tener en orden sus títulos de propiedad o sus mensuras. Y para hacerlo más práctico, vamos a intentar conectarnos con el Municipio de San Rafael para ver la posibilidad de que nos brinde algún espacio físico, de modo que los productores puedan referenciarse ahí, pedir los formularios y nosotros los ayudaremos a llenarlos”.

Necesidades e intereses del sector

La motivación de este proyecto, surgió a partir de observar la realidad de las y los viñateros para poder ofrecer una solución. Tal como lo explicó Cordoba, quien aseguró que, además, pretenden ampliar a otras zonas: “En primer lugar, sucede que un alto porcentaje, más del 70% de los viñateros somos personas mayores de 60 años. En segundo lugar, hay muchísimos que cedieron o ya no están, y sus hijos se han hecho cargo de las propiedades, pero no han hecho la sucesión correspondiente. Y eso no les permite estar en orden y poder acceder a estos beneficios. Entonces vimos que eso era bastante relevante, por eso hemos empezado por ahí. Si esto sale bien, nuestra intención es replicarlo luego en el Valle de Uco, luego en Este y en Norte”.

Al ser consultado sobre iniciativas futuras, Eduardo Cordoba contó los planes para una segunda etapa: “Estamos pensando definir cuáles son las limitantes para mejorar la productividad que tenemos los viñateros. Porque en algunos casos, se trata de cepas muy viejas que hay que renovar. Y, hoy en día, arrancar una viña, plantarla y esperar 3 años para cosechar, se hace prácticamente imposible. Otro limitante suelen ser los suelos salinos, o suelos muy arenosos, o muy lavados. También la falta de capital de trabajo. Otro inconveniente es la disponibilidad suficiente de agua de riego, ya que alrededor del 30-35% de las propiedades, según la zona, cuentan con una perforación de apoyo. Entonces, en una segunda etapa, vamos a ver esas principales limitantes y a ver de qué manera podemos apoyar para mejorar la situación del viñatero”.

La Asociación Viñateros de Mendoza busca generar un vínculo con las y los productores de la provincia, para realizar aportes que beneficien su trabajo y respeten sus derechos. Ante las dificultades para reunir y convocar a las y los trabajadores de viña, Eduardo Cordoba, contó el trabajo de difusión que realizan: “Nosotros intervenimos en cada etapa del año. Por ejemplo, cuando llegó el período próximo a la cosecha, dimos precios referenciales para cada variedad y para cada zona. Dadas las expectativas de producción que había y las exportaciones que se habían incrementado, junto con el consumo interno, esos precios orientativos sirvieron porque pusieron en alerta al productor para negociar con cada bodega. O sea que, ante cada situación, tratamos de participar, de informar y de difundir lo mejor posible”.