En Ezeiza capacitan a vecinos y vecinas para generar espacios de alimentación saludable y fuentes de trabajo.

La Cooperativa de Trabajo La Tribu Limitada, de Ezeiza, puso en marcha los proyectos que habían sido suspendidos durante la etapa de aislamiento. Se trata de la huerta y de las actividades de producción de panificados. Al mismo, continuaron trabajando en la obra en construcción que se emplaza en el local de la entidad.

En conversación con El Portal de las Cooperativas, la presidenta de La Tribu de Ezeiza, Mirta Juárez, indicó que las primeras labores realizadas en el sector de la huerta fue la remoción de tierra, armado de canteros y división del espacio.

“El objetivo es que los compañeros y las compañeras cuenten con más herramientas para defenderse ante la vida. Además de armar nuestra huerta, lo que hacemos con otras organizaciones es gestionar semillas para que los asistentes puedan tener un área propia de producción en su casa”, explicó.

“Este es un espacio muy urbano, y a veces las culturas se van perdiendo. La idea es que resurja la huerta familiar en la casa, siempre apuntando a la alimentación saludable y la generación de ingresos”, reflexionó Juárez.

Y agregó: “Queremos que la huerta pueda abastecer a la comunidad, con productos más sanos y económicos. Pretendemos reunir el dinero mínimo e indispensable que nos permita mantener el proyecto”.

En cuanto al área de panificados, la presidenta indicó: “Logramos retomar el ritmo, luego de haber tenido que frenar por la cuarentena. Ahora estamos trabajando con sumo cuidado y mucho distanciamiento social”.

En este marco, Juárez anunció con alegría que en muy poco tiempo la Cooperativa podría retomar el funcionamiento del área textil que hasta el momento se encontraba paralizada: “Hay chicas que se mostraron interesadas en comenzar a trabajar y eso nos pone muy contentos porque una máquina parada no sirve”.

“A nivel grupal estamos bien, trabajando mucho y aportando todos los días nuestro granito de arena”, concluyó Juárez.