La Cooperativa de Recuperadores Urbanos de Mendoza (Coreme) trabaja desde hace diez años con el objetivo de mejorar las condiciones laborales de las y los recuperadores. Su actividad consiste en seleccionar los materiales reciclables, papel, cartón, plástico, hojalata y aluminio, separarlo y comercializarlo.

Para ello cuentan con el apoyo del Municipio local, quienes se encargan del traslado de los materiales a la planta. Asimismo, poseen una cinta transportadora que les facilitó el transporte interno y la elección de los residuos.

La secretaria de la empresa, Celeste Alam, contó: “Una vez que lo recibimos, se le da un pesaje de material en bruto que se pasa a cada donante. Después, se traslada a un sector que se llama materiales en bruto y se lleva en bolsones hasta la cinta donde los compañeros lo separan por color, por clase de materiales, porque cada material tiene su diferente precio de comercialización”.

“En lo que más nos enfocamos es en el cuidado del medio ambiente, y en educar a los ciudadanos para que tengan el hábito de separar los materiales que son tomados como basura. Separando lo orgánico de lo seco, se reduce un veinte por ciento de residuos”, afirmó.

En cuanto a los cambios que se realizaron durante los últimos diez años a nivel comunitario en lo que tiene que ver con la gestión de residuos, la referente lo relacionó con la actividad de la empresa social, que lleva capacitaciones a todos los niveles educativos. Así, desde las niñas y los niños de jardines de infantes, a estudiantes de la Universidad, todos y todas tienen acceso a la información.

Proyecto inicial

En un comienzo, las y los integrantes de la Cooperativa se reunían en una escuela de la localidad que les prestaba las instalaciones. En ese momento eran doce personas, que luego aumentaron a 45 familias, y actualmente quedaron 24.

A pesar de haber transitado un problema con el Municipio de Las Heras, en donde estaba su sede, pudieron seguir adelante: “Ellos armaron una planta de recuperadores a la que nos daban la posibilidad de unirnos. Pero en ese tiempo querían absorber nuestro conocimiento y nos dejaban ir. Nos clausuraron la planta, se quedaron con nuestro galpón. Quedamos en un juicio, pero estamos peleando por ese galpón, que es nuestro”.

En esa línea, destacó el apoyo de la ciudad de Mendoza, cuyas autoridades colaboran con la entidad en el transporte, y en la creación de puntos verdes para que la comunidad vecinal pueda depositar sus residuos secos separados.

“Para mí, el cambio que hubo en la Cooperativa fue en lo laboral y lo personal porque antes trabajaba en la calle, y no sabía lo que era una computadora. Hoy en día soy secretaria”, indicó Alam: “Queremos que Coreme siga, que sea una herramienta de trabajo para que el recuperador urbano sea un eslabón más en la cadena laboral. Seguir contagiando a la ciudadanía la idea de que es muy importante hacer la separación de residuos, así los materiales no siguen contaminando la tierra, y que les quede un mundo mejor a los más jóvenes”.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por FM Tiempo (Rojas, Buenos Aires).

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