En un contexto de fuerte retracción de la actividad de la construcción en San Juan y en gran parte del país, una experiencia local avanza con una propuesta que combina innovación tecnológica, uso de energía solar y reducción de costos.

La iniciativa surge como respuesta a las dificultades que dejó la pandemia y la caída generalizada de la obra privada y pública. Frente a ese escenario, “era difícil retomar las actividades, empezó a decaer el trabajo en las empresas, así que había que reinventarse y para eso, nos brindaron herramientas y capacitaciones para poder hacerlo”, relató el presidente de la Cooperativa de Trabajo La Unión Ltda., Adrián Martín.

Comenzaron con servicios varios dentro del mundo de la construcción y llegaron a crear la teja solar. Ese producto cumple una doble función: actúa como cubierta del techo y, al mismo tiempo, genera energía eléctrica. Esto permite reducir costos frente a sistemas tradicionales como la losa, cuyo valor ronda actualmente los 400.000 pesos por metro cuadrado.

“Una superficie estimada de 20 metros cuadrados de las tejas solares implica una inversión aproximada de 10 millones de pesos, que puede amortizarse en un plazo cercano a los dos años. El ahorro en la factura de electricidad alcanza alrededor del 70 %”, estimó Martín.

San Juan cuenta con condiciones naturales favorables para el desarrollo de energía solar, por la alta cantidad de horas de sol durante todo el año. Este factor, sumado a los avances tecnológicos en materiales de construcción, impulsó el diseño de un sistema que aprovecha recursos disponibles y responde a una demanda creciente de soluciones sustentables.

El proyecto incorpora además el uso de residuos plásticos como materia prima, lo que refuerza su perfil de triple impacto: económico, ambiental y social, en el departamento sanjuanino de Rivadavia. La reutilización de materiales contribuye a reducir la contaminación y se alinea con una tendencia cada vez más extendida en el sector productivo.

De acuerdo a la situación actual que relata el cooperativista, en un escenario donde las grandes empresas reducen su nivel de obra y compiten por trabajos de menor escala, la apuesta por la innovación aparece como una estrategia para sostener el empleo y generar nuevas oportunidades. “Aquel que tenía la posibilidad de subir un escalón, ahora lo bajó, las grandes empresas toman obras menores y así venimos bajando los emprendedores”, ejemplificó.

La experiencia demuestra que, aun en contextos complejos, es posible desarrollar alternativas productivas que respondan a necesidades concretas. “Son tiempos complejos a nivel nacional, en todos los rubros y en todas las áreas, pero donde hay una necesidad, existe la posibilidad también de iniciar cosas nuevas, hay que ser un poco optimista y adaptarse. Nosotros tenemos esa posibilidad de adaptación”, concluyó el cooperativista.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en Radio Nacional Bariloche (Bariloche, Río Negro).

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