Comunidades Huarpes se organizaron para trabajar productos panificados en base a harina de los frutos del árbol de algarrobo.

El alfajor es un producto de consumo masivo por parte de todos los argentinos y argentinas. Es un alimento que con tan solo dos galletas con un relleno de dulce de leche (o cualquier otro dulce) genera placer al comerlo. De hecho, es tan tradicional que cada provincia tiene un alfajor con una preparación diferente.

La Cooperativa de Trabajo Polok Nenu Limitada es una entidad compuesta por comunidades Huarpes de Caucete, San Juan. A su vez, estas comunidades están nucleadas dentro de la organización territorial Huarpe Pinkanta, que es una entidad que está presente en San Juan, San Luis y Mendoza. Ellos y ellas desarrollaron un alfajor con harina de algarroba, un árbol típico de la flora cuyana.

La presidenta de la Cooperativa Polok Nenu, que en lengua Huarpe significa trabajo para el buen vivir, Roxana Montenegro, en diálogo con El Portal de las Cooperativas, comentó: “Nos parece una buena opción ofrecer un alfajor o un budín realizados con la harina de algarroba porque es algo que se puede acompañar con otras cosas, en un desayuno, una merienda o en cualquier momento”.

La idea de realizar este tipo de panificado es recuperar las prácticas ancestrales y sumarle valor agregado a través de un proceso industrial. En el pasado, las comunidades realizaban harina con las vainas del árbol y lo hacían de manera manual, con un mortero. Ahora, la Cooperativa cuenta con su propio molino que tiene maquinarias que facilitan el trabajo.

Roxana contó cómo es el circuito de producción de este producto: “Nosotros recolectamos las vainas de los árboles silvestres que están la ruta y que está como muy al alcance de nuestras manos. De todas maneras, las comunidades que están en zonas rurales ya sea en Vallecito, Las Chacras y Las Talas se encargan de recolectar en su territorio y nosotros vamos y lo compramos. Una vez que tenemos las vainas, las traemos al saloncito en donde tenemos instaladas nuestras maquinarias, se hace la molienda, los productos y los vendemos en ferias”.

Las comunidades Huarpes que participan en la Cooperativa ofrece un producto sustentable desde lo económico y lo ambiental, porque son las propias personas las que realizan el proceso de recolección de las vainas y como explica la presidenta “no interfiere ningún tóxico, ningún químico. Somos muy cuidadosos con esa cuestión y a la hora de acopiar toda la recolección lo hacemos de manera natural, hay ciertas hierbas que nos ayudan a conservarlo de manera natural para no estar introduciendo nada tóxico ahí, sino un producto totalmente orgánico”.

Poder incluir todos los productos que cada comunidad ofrece y visibilizar el trabajo que realizan hace mucho tiempo son los objetivos que tiene la organización y encontraron en el cooperativismo la manera de poder cumplirlos.

Para el futuro buscan tener un almacén donde ofrezcan todos los productos que las comunidades Huarpes desarrollan y al respecto, Roxana Montenegro, agregó que “en algún momento nosotros proyectamos tener un mercado propio donde nosotros ofrezcamos todos nuestros productos y no por ahí condicionarnos solamente a ofrecer nuestros productos en ferias, sino ir muchos más allá”.

“Ofrecer nuestros producto como cualquier otro, que esté ahí nuestra marca registrada con identidad, que se sepa que nosotros podemos hacer otra cosa y que tenemos ganas de hacerlo de esa manera, que no nos estamos quedando en la artesanía pequeñita que cada productor va a ofrecer y que cualquier ciudadano vaya hasta la comunidad a buscar el producto, sino que lo haga ahí en la góndola y lo puedan llevar y que sepan que están aportando a un proyecto sustentable con identidad y colectivo de las comunidades”, finalizó Roxana.