“Es una Cooperativa que ya tiene diez años. Somos 15 asociados y hacemos productos regionales como son tabletas, alfeñiques, alfajores de miel de caña, colaciones y aparte en la misma Cooperativa tenemos espejos con marco de alpaca y adornos para el hogar. Todo nuestro trabajo es artesanal”, comentó el presidente de la Cooperativa de Trabajo de Artesanos Manos del Tucumán Ltda., Sebastián Capó.

Con sede en la ciudad de San Miguel de Tucumán, Capó comentó que son “un grupo asociativo que venimos trabajando desde el 2001, recién conformamos nuestra Cooperativa en el año 2013 donde nos otorgaron la matrícula tanto nacional, como provincial y nuestros productos se venden en diferentes puntos del país. Nuestros productos son reconocidos en muchas ferias a nivel nacional”.

“Los productos que nosotros ofrecemos del lado alimenticio, en especial los alfajores, tienen recetas ancestrales. Nacimos desde la necesidad de unir fuerzas como grupo y también nos conformamos para estar bien regularizados desde la parte impositiva, que es lo que nos permite vender sin ningún problema, con todos los permisos necesarios”.

Sobre la forma de trabajo de la Cooperativa, explicó: “Previo a la conformación de la Cooperativa, trabajamos en ferias. Éramos cerca de 10 personas y trabajamos distintos productos, como tejidos artesanales, cerveza, conservas, entre otros. Previo a la conformación de Manos del Tucumán, nos asesoramos y tuvimos muchas charlas. El ente regulador de aquí de Tucumán, el IPACYM (Instituto Provincial de Acción Cooperativa y Mutual), nos asesoró permanentemente hasta nuestra conformación”.

“El instituto nos da la posibilidad de tener toda la parte contable y nos asesora en la parte jurídica. En ocasiones nos beneficia con algunos proyectos. Siempre estamos pendientes de lo que este ente dice y hace porque la verdad es que a nosotros nos ha ayudado mucho”, indicó.

Sobre los oficios de las personas que conforman la Cooperativa, destacó: “En el sector alimenticio tenemos cocineros y pasteleros. En la parte de cuadros, gente que trabaja con madera. Mi papá trabajó mucho tiempo en una fábrica que se llamaba San José en los años sesenta y me pasó a mí las recetas. En el año 2001 tenía dos opciones: Irme o quedarme y hacer mi laburo. Y decidí quedarme. Hasta el día de hoy vivimos de eso, es nuestro sustento”.

“No solamente afecta la crisis económica, sino que también hace pocos años tuvimos la pandemia, y ahí tuvimos que empezar a vender más por las redes sociales. Hay que adaptarse al momento. No es lo mismo que el cara a cara, pero de alguna forma subsistimos”, concluyó.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por FM San Alfonso (Yerba Buena, Tucumán).