La Cooperativa de Trabajo de Educadores Madre Tierra Ltda. cumplió 20 años desde su inauguración. Un grupo de trabajadores tanto docentes como no docentes que rescataron una escuela que, por problemas económicos, tenía destino de cierre.

Se formó una comisión que hizo el rescate, se armó un plan de trabajo y se consiguió la transferencia de la titularidad de la empresa anterior a la actual.

“Los primeros años fueron muy difíciles, y para el 2005 buscábamos que persona jurídica era mejor para nosotros, si una Cooperativa o una asociación civil. Sabíamos que queríamos una persona jurídica de ese tipo, asociativo, hasta que al final buscamos el tema cooperativo y así nos conformamos”, explicó el consejero de la entidad, Ignacio Bianchini.

El gran problema inicial fue la baja cantidad de alumnos producto del estado de la escuela previo a que los cooperativistas se adueñen de ella. De menos de 100 personas, hoy en día cuenta con 350 alumnos y alumnas. “El trabajo es muy interesante porque tenemos un montón de ideas que tienen que ver con la gestión de la educación y del trabajo que es todo solidario y cooperativo”.

Desde Madre Tierra destacan el desafío de llevar a cabo decisiones dentro de la Cooperativa, teniendo en cuenta que son 55 personas, entre concejo y cuerpo de trabajadores, pero siendo un desafío que les gusta llevar adelante.

“Hoy en día descansamos en que la Cooperativa es nuestra, nos pertenece. Antes estábamos en un comodato precario, al que habíamos llegado con los propietarios anteriores, y que se podía cortar en cualquier momento”. Los alumnos también tienen su parte en Madre Tierra, administrando una fotocopiadora y librería.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en Radio Atlántica (Mar de Plata, Buenos Aires).

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