La Cooperativa Agropecuaria y de Consumo Alcaparras Argentinas Ltda., ubicada en Santiago del Estero, es un claro ejemplo de cómo la innovación en el cultivo de un producto no tradicional puede abrir puertas al mercado internacional y transformar vidas.

A pesar de los obstáculos, han logrado posicionarse, exportando sus productos a diferentes países. “Nos dedicamos al cultivo, producción y comercialización de alcaparras y subproductos de la misma. Fomentamos el cultivo en todo el país, hoy día hay plantaciones en Jujuy, San Juan, Mendoza, y hasta en Puerto Madryn”, manifiesta el tesorero de la organización, Pablo Rico.

Uno de los mayores desafíos que enfrentaron en sus inicios fue la reproducción de las plantas. “Esto es un proyecto que nació en campos con suelos muy salitrosos, muy pobres, y no había demasiadas alternativas para darle valor a ese tipo de tierras. Intentamos con cítricos y otras opciones, pero no funcionaba por el tipo de suelo. Las semillas no germinan y los esquejes no prendían. Esto nos llevó a crear un laboratorio de clonación de plantas in vitro, el primero en la provincia, y desde ahí clonamos nuestras plantas para seguir expandiendo la superficie de cultivo”.

Este laboratorio de clonación no solo ha permitido que la Cooperativa pueda expandir su producción, sino que también ha sido un recurso clave para innovar en la mejora de la planta. “Fuimos pioneros en el cultivo de la alcaparra aquí en el país, y después nos convertimos en referentes internacionales al desarrollar nuestra propia variedad de plantas, que se llama R1, por ‘Alta Resistencia’, y también por ‘Argentina 1′”.

La variedad R1 es clave para el éxito del proyecto, ya que se trata de una planta adaptada a las difíciles condiciones de suelo y clima de la región, lo que permite una mayor productividad y facilidad en la cosecha.

La expansión y el apoyo a los productores

Actualmente, la Cooperativa tiene unas 40 hectáreas de alcaparras en producción, pero el objetivo es mucho mayor. “Nuestro objetivo es llegar a 300 hectáreas. Es un camino largo, pero el proyecto es grande y tiene mucho potencial”, señala Rico.

Uno de los aspectos más destacados es su compromiso con los pequeños productores. “El productor que quiera sumarse solo necesita una pequeña superficie, de cinco a diez hectáreas, porque es un cultivo intensivo. Nosotros nos encargamos de la comercialización, garantizando la compra de la producción”.

Este modelo ha permitido que más de 28 familias se integren a la Cooperativa, generando trabajo y estabilidad económica para la región golpeada por la crisis. A pesar de los obstáculos han logrado posicionarse en el mercado internacional, exportando sus productos a diferentes países. “Exportamos principalmente a Brasil, pero también hemos enviado pedidos a India, República Dominicana, y Estados Unidos. La demanda es muy grande y no logramos abastecerla por completo, por eso buscamos seguir creciendo”, cerró Rico.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por FM Reflejos (Sierra de la Ventana, Buenos Aires).

Para seguir leyendo de la Cooperativa Agropecuaria y de Consumo Alcaparras Argentinas Ltda.