La Primera Cooperativa Frutícola de General Roca Ltda. nació en el año 1938 por productores inmigrantes que hicieron a la Cooperativa desde abajo, con muy pocos recursos, cuando recién se empezaron a utilizar los canales de riego iniciales.

Esta Cooperativa no cuenta con chacras propias: Todas son propiedad de asociados, tanto de mediano como menor tamaño. “Cuando yo empecé veníamos de años complicados, hasta la convertibilidad. Luego, tuvimos un buen crecimiento con respecto a ingreso de socios nuevos, con kilos ascendentes, pero este año es el más complicado que me toca vivir desde que yo estoy adentro”, indicó el ingeniero de la empresa, Pedro Ottone.

En General Roca trabajan casi el 100% de la fruta para una exportadora local, Productores Argentinos Integrados S.A (PAI S.A), la cual visita alrededor de 50 países con el fruto del trabajo argentino. Para las calidades menores, o de segundo nivel, el panorama de venta de frutos es más complicado.

“¿Cómo salir? Nosotros los productores siempre somos optimistas. Cuando empiezan a florecer las plantas es como que revivimos y decimos ‘vamos a ver qué pasa el año que viene’”. Desde la entidad esperan que el año que viene se acomode para los productores locales y que los mercados que comercializan todo tipo de calidades estén más dispuestos.

Desde el año pasado, están involucrados en un proyecto de mitigación de la huella de carbono, junto a otras Cooperativas y al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). “Hoy por hoy la Cooperativa cuenta con 64 productores y más de 90 establecimientos, con lo cual en la huella de carbono entramos 30. Es un proceso del cual mucho no conocemos, pero estamos incursionando, viendo los parámetros de fijación de carbono en las chacras que tenemos, y de ahí ver si podemos aumentar la cantidad”.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en Radio Nacional Viedma (Viedma, Río Negro).

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