El impulso inicial generó la Cooperativa de Trabajo Trabajadores Solidarios en Lucha Ltda., en Rosario. Administra la ocupación del establecimiento de supermercados vaciado en 2001. Es conocido popularmente como La Toma.

Carlos Ghioldi es su presidente y explicó a El Portal de las Cooperativas cómo se produjo el proceso que desembocó en la actual conformación: “Es una Cooperativa de Trabajo que permite desarrollar actividades de comercialización, gastronomía, asesoramiento profesional, construcción en seco y todo tipo de tareas que permitan enfrentar la desocupación y la exclusión social”, contó.

La fundaron a partir del inicio del conflicto laboral por vaciamiento empresario de la empresa de Supermercado Tigre S.A., en 2001. En el marco de la lucha por los puestos de trabajo ocuparon la casa central de esa empresa y resistieron la sentencia de desalojo poniendo a funcionar el establecimiento, que comparten con organizaciones del movimiento obrero y popular.

“Estamos en una situación complicada por la indeterminación ante el resultado electoral (Nota de la Redacción: la entrevista tuvo lugar previo al balotaje presidencial del 19 de noviembre). Pero al igual que todo el movimiento obrero y popular, luego de un año de ‘sequía’ o ‘guerra en el este europeo’, luego de 2 años de pandemia de virus que obligó a implementar medidas recesivas a escala mundial, y luego de 4 años de peste neoliberal recesiva con el gobierno de Macri, obviamente, luego de esos desastres que sufrimos desde 2015 en adelante es seguro que la situación es complicada. Como lo es para todo el movimiento obrero y popular. Aunque si no existieran políticas sociales de contención y de seguridad social aplicadas por el actual gobierno seguramente los padecimientos populares serían muchísimo mayores”, diferenció en referencia a la crisis económica.

Para Ghioldi las expectativas “a corto plazo lo más importante para todo ciudadano que se diga medianamente ‘democrático’ lo prioritario y fundamental es impedir que una fórmula presidencial que hace apología del genocidio y la dictadura, que reivindica la aplicación de métodos de guerra civil contra el pueblo trabajador, no gane las elecciones del 19 de noviembre”, insistió.

Pensando para adelante anticipó que “en largo plazo queremos acumular fuerzas sociales que nos permitan seguir impidiendo el desalojo del establecimiento, y que se logre una solución como han propuesto el ex gobernador Miguel Lifchitz o el ex rector de la Universidad Nacional de Rosario, Darío Maiorana, y tantas personalidades de la región: la venta de la hipoteca del edificio para que se forme un consorcio público privado que administre aquello que los trabajadores construimos en más de 22 años de resistencia, solidaridad y lucha desde el establecimiento en manos obreras conocido popularmente como La Toma”.