En el corazón de Puerto Madryn, la Cooperativa de Trabajo Llamas Patagónicas Ltda., liderada por Karina Gordillo, se dedica desde hace cuatro años a la producción de leña ecológica. Ahora colabora con más de 1.500 familias de la región que carecen de gas natural.

La Cooperativa fabrica briquetas a partir de papel, cartón y aserrín. Este proceso implica el remojo y licuado del papel y cartón, a los que se les agrega aserrín para luego formar ladrillos similares a los decorativos. Estas briquetas no solo brindan calor, sino que también pueden ser utilizadas para cocinar. Gordillo explicó que este producto dura aproximadamente 90 minutos, proporcionando una solución efectiva y sostenible para las familias que dependen de la leña o garrafas para calefaccionarse.

La idea de fabricar briquetas surgió durante la cuarentena, cuando la dificultad para conseguir leña era palpable. Inspirada por una iniciativa similar en una comisaría de Esquel, Gordillo y su equipo comenzaron a experimentar con distintos materiales y procesos, logrando finalmente una fórmula eficiente. Han aprendido de experiencias en países como Alemania y Chile, donde las briquetas son ampliamente utilizadas debido a la escasez de leña.

El desarrollo de este proyecto ha sido principalmente una iniciativa propia. A pesar de los desafíos, como la falta de un espacio físico adecuado, la Cooperativa ha seguido adelante gracias a la colaboración y la solidaridad de sus miembros y la comunidad. “La verdad es que el grupo que hemos formado con briquetas y sabiendo lo que nosotros hacemos y hasta a las familias que llegamos, nunca hemos tenido complicaciones ni problemas,” comentó Gordillo, destacando la dedicación y compromiso de los 46 integrantes de la Cooperativa.

El reconocimiento y apoyo de la comunidad de Puerto Madryn han sido vitales. Vecinos y escuelas locales contribuyen donando materiales reciclables. Gordillo mencionó con orgullo cómo las escuelas se involucran, enseñando a los alumnos sobre el proceso de reciclaje y la fabricación de briquetas, y cómo los propios estudiantes colaboran en la recolección y preparación de los materiales.

Uno de los mayores desafíos ha sido lograr una distribución eficiente de las briquetas. Aunque han establecido convenios con el municipio para que las briquetas lleguen a los Centros de Gestión Barrial, la logística aún necesita mejoras. Gordillo expresó la necesidad de contar con un espacio propio y adecuado para la producción, algo que han solicitado repetidamente a las autoridades locales sin éxito hasta ahora.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por Radio comunitaria La Montonera (Jachal, San Juan).