La Cooperativa de Trabajo Incob (Industria de la Carne Obrera) Limitada, ubicado en Bahía Blanca, es una empresa recuperada por sus trabajadores y trabajadoras hace más de una década. Actualmente propone un espacio educativo al cual la comunidad puede acercarse para finalizar sus estudios.

La fábrica tuvo que ser recuperada dos veces a lo largo de los años. La primera, frente quienes eran sus patrones en ese momento, y luego, ante quien había sido designado presidente de la cooperativa, por conflictos internos.

La propuesta educativa, entonces, surgió a partir del Programa de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios (FinEs), buscó brindar una herramienta concreta para que las y los trabajadores del establecimiento puedan acceder a la educación de forma más sencilla.

“La experiencia educativa en Incob tiene que ver con la misma historia de la institución como fábrica recuperada”, contó la referente Huilén Pergolesi Fuentes: “En lo concreto, para entender qué documentos tenían que firmar como trabajadores y trabajadoras, a qué se estaban comprometiendo. La necesidad de organizarse para defender lo propio, y tomar la fábrica como fábrica recuperada. La necesidad de aprender a comunicarse para poder participar de los procesos administrativos que tiene que ver con recibir los permisos necesarios para trabajar con alimentos”.

De esta manera, la primera instancia consistió en gestionar la manera de que esas personas pudieran finalizar sus estudios de nivel primario. Luego, con el tiempo, se empezó a promover que quienes no tenían el secundario completo, pudieran hacerlo.

“Es importante para ellos y ellas tener un lugar donde aprender dentro de la fábrica. Actualmente hay algunos de los obreros que están estudiando, otros que quieren anotarse. Van viendo de acuerdo a sus posibilidades. No es una obligación, pero sí se les invita teniendo en cuenta los horarios de trabajo, y que una vez finalizada la jornada, tengan la posibilidad de estudiar”, afirmó Pergolesi, en comunicación con El Portal de las Cooperativas.

La voz de la experiencia

Por su parte, la trabajadora de Incob que actualmente realiza tareas de preceptoría en el establecimiento educativo, Mabel Ledebur, indicó que “yo hice la secundaria en el frigorífico, y la verdad es una experiencia hermosa. Después de que uno terminó de estudiar tantos años, volver a empezar y agarrar las cosas de la escuela es algo lindo”.

“Hay gente que hace cinco, diez años que dejaron de estudiar, y para ellos es algo nuevo. De grande, poder terminar la secundaria, te muestra que no hay nada imposible. Cuando tenés esa meta, vos lo hacés. A veces, cuando sos joven, no seguís y después te das cuenta de lo importante que es para uno”, expresó en conversación con El Portal de las Cooperativas, y detalló que “yo, por ejemplo, lo terminé porque era una meta que me había quedado, y porque cuando vos tenés hijos y te vienen con una tarea que no entendés, pensás cómo podés ayudarlo. Hice el primer año, y después nos agarró la pandemia”.

Pese a las complicaciones en continuar con modalidad virtual, y luego parcialmente presencial, Ledebur logró terminar sus estudios.

Respecto al equipo docente, dijo que “nos han tocado profesores muy buenos. Sentarse con una persona grande debe ser complicado, y eso nosotros lo re valoramos”.

Proyecto social y comunitario en crecimiento

Pergolesi expuso que esta experiencia educativa en Incob se lleva a cabo a partir de un Proyecto de Extensión y Proyecto de Investigación de la Universidad Nacional del Sur (UNS), desde el Departamento de Ciencias de la Educación. De esta manera, se articulan y comparten saberes desde la educación popular.

“Estar insertos en el barrio y darnos a conocer permite que sea una propuesta educativa abierta a la comunidad barrial y a los alrededores de la fábrica. Se pueden inscribir personas mayores de 18 años, sea cual sea su recorrido en el secundario”, expresó.

En esa línea, la referente dijo que “en la actualidad funciona como sede del plan FinEs, quienes están a cargo de las clases son docentes designados por el tema educativo en la provincia de Buenos Aires. Lo que sucede es que el plan, para adultos, implica cierta precarización, ciertas condiciones de flexibilización, tanto laboral, como en la calidad de la enseñanza para los y las estudiantes”.

“Como las sedes suelen estar ubicadas en las periferias de la ciudad, en muchas ocasiones es muy complejo que los cargos y las horas que se abren puedan cubrirse. Con lo cual, terminamos tomando horas personas que estamos vinculadas al ámbito educativo, muchas veces estudiantes, que estamos en el plan FinEs, que es una de las primeras opciones laborales para entrar al sistema educativo como docente”, indicó, y remarcó el hecho de que quienes acceden a los cargos deben presentar un proyecto pedagógico y una propuesta, además de su currículum vitae.

La referente se refirió al próximo paso que dar como institución, que consiste en constituirse como un anexo a un Nuestro próximo paso a dar, y por eso queremos abrir un tercer año, es lograr constituirnos como anexo del Centro Educativo de Nivel Secundario (CENS) 457. De esta manera, teniendo en cuenta las condiciones edilicias apropiadas de Incob, le daría otra formalidad al proyecto de enseñanza, el alumnado dejaría de ser parte de FinEs, el cuerpo docente tendría continuidad en el trabajo, y habría otros agentes educativos como directivos puntualmente designados.

Finalmente, aseguró que “este acompañamiento lo hacemos, no solamente quienes son docentes del FinES en la actualidad, y trabajadores y trabajadoras de Incob, sino quienes somos estudiantes, y quienes son docentes de la UNS que acompañan estas experiencias, los reclamos que hay que hacer, y las comunicaciones”.

“Es más que interesante es poder estar acompañando desde 2016, desde la Universidad Pública, la experiencia que sucede en Incob como fábrica recuperada, con la importancia que tienen estas experiencias para la sociedad en la actualidad, y las posibilidades de transformación en un mundo más justo para todos y todas”, concluyó.