Se realizó el tan esperado Encuentro de mujeres e identidades diversas cooperativistas en el Centro Cultural de la Cooperación en el que se debatieron temas en torno a las necesidades vinculadas al sector y también se reflexionó sobre los próximos pasos a seguir para representar al cooperativismo.

En una jornada donde primó la emoción de un nuevo encuentro tras dos años de pandemia, mujeres y diversidades rindieron homenaje a la emblemática Hebe de Bonafini mediante una muestra artística, “En la apertura hicimos un homenaje a Hebe, donde intentamos mostrar la interseccionalidad de la perspectiva de género, la variedad de temas que hacen nuestras luchas, enlazando pañuelos en colores diferentes que tiene que ver con las reivindicaciones y reclamos: el pañuelo verde, el violeta, el pañuelo blanco y pañuelo naranja”, relató la ccoordinadora del Departamento de Educación del Centro Cultural de la Cooperación, Natalia Stoppani, a Rescoldo.

El encuentro giró en torno a cuatro temas -Economía Social, Solidaria y Popular; Violencias; Redes, entretejido e integración y Cuidados-, intentó replicar la dinámica de los encuentros plurinacionales, en rondas de charla y debate que dieron espacio para compartir la palabra de cada oradora en un tiempo determinado.

Del encuentro surgieron ideas y quedó abierta la idea de pensar Río Negro 2023 para participar más a los talleres de economía social de los encuentros plurinacionales, sin descuidar la participación de mujeres y disidencias cooperativistas en los diferentes temas del encuentro. “Buscamos que las identidades cooperativistas no sólo se concentren en el taller o mesa de la economía social. Está bueno que se vea que el cooperativismo es un proyecto político, un proyecto de vida y que podemos dar nuestra mirada en temas como salud mental, en taller de ESI”, detalló Stoppani.

Dentro del tema de cuidado, surgió la necesidad de repensar el cuidado de las niñeces y contar con un espacio propicio. “Hay compañeras que no participaron de los encuentros por esto de no contar con un espacio. Hemos madurado en algunos debates y es posible que tengamos un encuentro en donde convivan las niñeces, porque por muchas razones puede haber una mamá con un niñe y podemos generar un espacio para que se encuentren cuidades en nuestros encuentros mientras las mamás participan de los talleres o en las comisiones”, contó Natalia.

Desde la organización sostienen que luego de la pandemia lo más interesante era recuperar la presencialidad para poder mirarse y sentir el grado en las discusiones, algo que la virtualidad favorece a que se vivan del mismo modo.

“Pudimos aprovechar la horizontalidad de las rondas para que nadie se pierda ningún tema, nos parecía lo más lindo, que nadie tenga que elegir el tema y todxs podamos escuchar todos los temas, las rondas y cuando finalizó el encuentro compartimos un momento festivo, moviendo el cuerpo al ritmo del candombe y con una buena comida”, concluyó Stoppani.